TEMAS VARIOS



Kierkegaard, Soren, 3/2. Escritos. O lo uno o lo otro un fragmento de vida. Madrid. Trotta. 2007. (pp. 147 a 189)

El equilibrio entre lo estético y lo ético en la formación de la personalidad

Amigo mío:

Vuelvo a decirte lo que tantas veces te he dicho, o, más bien, te lo grito: o lo uno o lo otro, aut-aut; introducir un solo aut a título correctivo no basta para arreglar las cosas,pues lo que está en juego es demasiado importante como para limitarse a una de sus partes, demasiado consistente como para poseerlo de manera parcial. En la vida hay situaciones en las que sería ridículo y hasta insensato aplicar ese «o... o...»; pero hay también hombres cuya alma es demasiado disoluta como para captar lo que comporta ese dilema, cuya perso­nalidad carece de la energía como paradecir «o... o...» con pathos suficiente. Esa expresión me ha marcado de manera profunda y sigue haciéndolo, en especial cuando la utilizo a secas, en cuyo caso com­porta la posibilidad de dar curso a las más terribles contradicciones. Opera en mí como una fórmula de exorcismo, y mi alma cobra una enorme seriedad, a veces es casi como un sacudimiento. (1)Pienso en mi temprana juventud, cuando conuna confianza pueril escuchaba hablar a los mayores sin entender muy bien la importancia que el hecho de elegir tiene en la vida, cuando, aun eligiendo según las indicaciones de otro, el momento de la elección me resultaba so­lemne y venerable. (2) Pienso en momentos posteriores de mi vida en los que, encontrándome en una encrucijada, mi alma maduraba a la hora de la decisión. (3) Pienso en muchosotros casos de mi vida, menos importantes pero igualmente valiosos para mí, en los que era preciso elegir; pues aunque esas palabras cobren su significación absoluta en una situación única, a saber, cuando indican por un lado la verdad, la justicia y la santidad, y por otro lado aspiraciones y flaquezas, pasiones oscuras y perdición, también es importante elegir de manera correcta cuando lo que seelige es en sí y para sí algo inofensivo, probarse uno mismo que ni siquiera con dolor se emprendería el retroceso hacia el punto del que se ha partido, y dar gracias a Dios si lo único que hay que reprocharse es el hecho de haber perdido el tiempo. (4) En el habla cotidiana uso | esas palabras como lo hacen otros, pues no hacerlo sería una estúpida pedantería; muchas veces me ocurre, sin embargo,que me doy cuenta de haberlas aplicado a cosas totalmente irrelevantes. Entonces se despojan de su modesto atuendo, me olvido de los insignificantes pensamientos que separan, y se me presentan en toda su dignidad y magnificencia. En el lenguaje diario sucede con esas palabras lo mismo que con un dignatario que en el uso cotidiano aparece vestido de civil y se mezcla con la multitud, sin mayoresdi­ferencias, pero que se destaca entre los demás cuando se presenta en su autoridad. Esas palabras aparecen como uno de esos dignatarios que sólo suelo ver en ocasiones solemnes, y mi alma siempre cobra seriedad. Pese a que, en alguna medida, mi vida ha pasado por su «o...o...», sé muy bien que puede haber muchos casos en los que cobrará su significado pleno. Pero espero que esas palabras meencuentren al menos dignamente dispuesto cuando se me crucen en el camino, y tener la suerte de elegir lo correcto; en cualquier caso, me esforzaré por elegir con una seriedad sin tapujos, y de ese modo puedo contar con que, al menos, me alejaré de la senda incorrecta.
Y tú, tú que las utilizas tan a menudo que se te han vuelto casi un refrán, ¿qué significado tienen para ti esas palabras?Absolutamente ninguno. Recordaré con tus propios términos lo que son para ti: un relámpago, un manotazo, un coup des mains, un abracadabra. Sabes aplicarlas en cualquier ocasión, y no sin efecto; operan en ti como una bebida fuerte en un neurasténico, te embriagas por completo en lo que tú mismo llamas una locura superior. «Toda la sabiduría de la vida está contenida en ellas; pero hasta ahora nadie las ha...