TemasCuaresmales2015 Tema 3
Los otros dijeron: Vamos contigo.
Salieron juntos y subieron en la barca….
Ellos echaron la red (como se los había
mandado Jesús) y se llenó de tal
cantidad de peces que no podían moverla…
Jesús les dijo: vengan a comer algo”.
(Jn 21, 3.6.12)
2
Mensaje del Santo Padre Francisco para la
Cuaresma 2015.
página 3Tema 1: El Kerigma, mensaje central del Evangelio que
funda e impulsa la pastoral orgánica.
página 8
Tema 2: El compromiso bautismal y el testimonio
personal base de la comunión.
página 13
Tema 3: La dimensión social de la fe en comunión
orgánica con la pastoral profética y litúrgica
página 16
Tema 4: La comunión orgánica al servicio del pueblo de
Dios y de la misión.
página 19
Tema 5: Lamirada contemplativa de nuestro próximo
plan de pastoral orgánica.
página 23
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LA SANTA SEDE
MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO PARA LA CUARESMA 2015
Fortalezcan sus corazones (St 5,8)
Queridos hermanos y hermanas:
La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada
creyente. Pero sobre todo es un «tiempo de gracia» (2 Co 6,2). Dios no nos pide nada que
nonos haya dado antes: «Nosotros amemos a Dios porque él nos amó primero» (1 Jn
4,19). Él no es indiferente a nosotros. Está interesado en cada uno de nosotros, nos conoce
por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos. Cada uno de nosotros le
interesa; su amor le impide ser indiferente a lo que nos sucede. Pero ocurre que cuando
estamos bien y nos sentimos a gusto, nos olvidamos de losdemás (algo que Dios Padre no
hace jamás), no nos interesan sus problemas, ni sus sufrimientos, ni las injusticias que
padecen… Entonces nuestro corazón cae en la indiferencia: yo estoy relativamente bien y a
gusto, y me olvido de quienes no están bien. Esta actitud egoísta, de indiferencia, ha alcanzado hoy una dimensión mundial, hasta tal punto que podemos hablar de una globalizaciónde la indiferencia. Se trata de un malestar que tenemos que afrontar como cristianos.
Cuando el pueblo de Dios se convierte a su amor, encuentra las respuestas a las preguntas
que la historia le plantea continuamente. Uno de los desafíos más urgentes sobre los que
quiero detenerme en este Mensaje es el de la globalización de la indiferencia.
La indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es unatentación real también para los cristianos. Por eso, necesitamos oír en cada Cuaresma el grito de los profetas que levantan su voz
y nos despiertan.
Dios no es indiferente al mundo, sino que lo ama hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de cada hombre. En la encarnación, en la vida terrena, en la muerte y resurrección
del Hijo de Dios, se abre definitivamente la puerta entre Dios y elhombre, entre el cielo y
la tierra. Y la Iglesia es como la mano que tiene abierta esta puerta mediante la proclamación de la Palabra, la celebración de los sacramentos, el testimonio de la fe que actúa por la
caridad (cf. Ga 5,6). Sin embargo, el mundo tiende a cerrarse en sí mismo y a cerrar la
puerta a través de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en Él. Así, la mano, que es la
Iglesia, nuncadebe sorprenderse si es rechazada, aplastada o herida.
El pueblo de Dios, por tanto, tiene necesidad de renovación, para no ser indiferente y para
no cerrarse en sí mismo. Querría proponerles tres pasajes para meditar acerca de esta renovación.
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1. «Si un miembro sufre, todos sufren con él» (1 Co 12,26) – La Iglesia
La caridad de Dios que rompe esa cerrazón mortal en sí mismos de laindiferencia, nos la
ofrece la Iglesia con sus enseñanzas y, sobre todo, con su testimonio. Sin embargo, sólo se
puede testimoniar lo que antes se ha experimentado. El cristiano es aquel que permite que
Dios lo revista de su bondad y misericordia, que lo revista de Cristo, para llegar a ser como
Él, siervo de Dios y de los hombres. Nos lo recuerda la liturgia del Jueves Santo con el rito
del lavatorio de...
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