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caracterizan al hombre de nuestro tiempo.
El hombre moderno, nos aparece como un ser paradójico: humanista y materialista, optimista y pesimista, volcado a la acción exterior y concentrado en sí mismo. Poniendo en orden esas ideas, podríamos concretar la concepción moderna del hombre en los siguientes cinco rasgos:
- El hombre,ser problemático. La misma conciencia que el hombre posee de su poder, de sus derechos y sus capacidades, en contraste con la realidad dura que limita sus apetencias, y con la experiencia de su miseria, le hace percibirse como problema para sí mismo, como incógnita. El hombre moderno ha perdido su antigua seguridad, basada en parte en su propia ignorancia. De todos modos, saber “problematizarse”no es una enfermedad, es el camino para una más plena humanización, sin detenerse ante los riesgos.
- El hombre conciencia de sí mismo. Conciencia no en sentido moral de bueno y malo, sino en el sentido de visión de sí mismo, de saberse y poseerse como “yo” personal y único. En esta capacidad de reflexión, o poder de distanciamiento de sí mismo para contemplarse y juzgarse, radica su diferenciadefinitiva con el mundo animal. La conciencia de sí mismo, además, va acompañada siempre de la conciencia o percepción del mundo en torno, sin confundirse con él.
- El hombre, ser histórico. No sólo en el sentido de que el ser humano pertenece al tiempo en el que está “situado y fechado”, sino en el sentido más profundo de que la temporalidad lo penetra por entero. Este rasgo nos hace subrayartres aspectos: el existencial, que nos hace ver al hombre en su concreción real y viva y no en una definición; el de marcha, en virtud del cual el hombre -homo viator- aparece inmerso en el proceso de la humanidad como sujeto activo de su propio perfeccionamiento; el de incompletez, que nos recuerda que el hombre es un ser inacabado, limitado y finito, al que siempre le quedan metas por alcanzar.- El hombre, ser de acción. No se concibe como un ser de pura contemplación o teoría; se le exige, y él exige, actuar, intervenir en la marcha del mundo. Al hombre moderno no le basta con ser espectador de lo que sucede, porque quiere participar y ser artífice de su mundo. Es evidente el contraste entre el dinamismo del hombre moderno y el sentido estático de la concepción clásica.
- Elhombre, ser de relaciones. Relaciones con los otros hombres, con el mundo y con Dios. El hombre no es ni se hace en solitario. En el diálogo con los otros el hombre se descubre a sí mismo, y sin ellos no podría llevar adelante sus planes de acción exterior y de mejoramiento personal. Además es una aportación que uno hace a los otros: relacionarse, comunicarse, dialogar, no es sólo recibir, sinotambién dar; lo uno y lo otro a la vez, conjuntamente.
Resumiendo, el hombre de hoy se caracteriza por su problematicidad, por una mayor conciencia de sí mismo y del mundo que le rodea, por su sentido histórico al entenderse a sí mismo como realizador de su propia humanización en medio de una realidad cambiante, por su dinamismo transformador, y por su vinculación a los otros intensamente sentida.8. El hombre es un “ser-con-y-para-los-demás”. Esto es una evidencia
primaria que se ve iluminada a través de dos realidades humanas, la
“palabra” y el “amor”. Explica por qué y cómo.
Ser con los demás y para los demás pertenece al núcleo mismo de la existencia humana; significa que el hombre no está nunca sólo, y que su existencia personal está siempre orientada hacia los demás, ligadaa los demás, se realiza y se desarrolla junto con otros en el mundo, en comunión con los demás.
En primer lugar se trata de un hecho primitivo: el otro se impone por sí mismo, irrumpe en mi existencia; está frente a mí. En su misma presencia hay una exigencia de reconocimiento. Esta certeza del otro que se me impone es doble: afecta a su existencia como otro ser que se revela y se da a...
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