Teoría política: Aristocracia y Democracia
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)Para quienes con-sideran la democracia como el ideal del «buen gobierno» (en el sentido clásico de la palabra, osea, en elsentido en que consigue mejor que otro culquiera realizar el bien común), el otro temaobjetivo de continuo debate es el que se podría llamar «fracasos» de la democracia. Gran parte delo que hoy se escribesobre la democracia puede inscribirse en la denuncia, ora angustiada, ora triun-fante, de estos fracasos. Tenemos aquí de nuevo el tema ya clásico de la teoría de las élites y elaún más clásico de ladiferencia que existe entre democracia formal y democracia sustancial. Ytenemos, finalmente, el tema de la ingobernabilidad, que ha emergido en estos últimos años. Porotra parte, no me parece que hayarecibido aún la necesaria atención por parte de los escritorespolíticos —y a fe que lo merece— el tema —sobre el que hago este primer sondeo— del «po-der invisible».
El gobierno del poder públicoen público
Uno de los lugares comunes de todos los viejos y nuevos razonamientos sobre la democracia con-siste en afirmar que ésta es el gobierno del «poder invisible». Que pertenezca a la«naturaleza dela democracia», el que «nada pueda permanecer confinado en el espacio del misterio» es una fra-se que podemos leer, con escasas variantes, todos los días.(
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)Con un aparente juego de palabras,elgobierno de la democracia puede definirse como el gobierno del poder público en público.El juego de palabras es sólo aparente, porque «público» tiene dos significados, según se contra-ponga a«privado», como en la clásica distinción entre
ius publicum
y
ius privatum,
transmitidopor los juristas romanos, o bien «secreto», caso en el cual tiene el significado no de pertenecientea la «cosa...
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