Teoria de la comunicacion de Martin Barbero
COMUNICACÓN
Jesús Martín Barbero
Al faltarles tradición académica y al tener como campo de estudio procesos estratégicos de la vida
política y cultural, los estudios de comunicación se ven permanentemente desgarrados entre una tendencia fundamentalista y otra practicista. El recorrido de esos estudios en América Latina muestra lasdificultades que encuentra aún la articulación de lo abordado en la investigación con lo tematizable en
la docencia, así como la lenta consolidación en propuestas curriculares de la interacción entre avance
teórico y renovación profesional. De otra parte, al no estar integrado por una disciplina sino por un
conjunto de saberes y prácticas pertenecientes a diversas disciplinas y campos, el estudio de lacomunicación presenta dispersión y amalgama, especialmente visibles en la relación entre ciencias sociales
y adiestramientos técnicos. De ahí la tentación tecnocrática de superar esa amalgama fragmentando el
estudio y especializando las prácticas por oficios siguiendo los requerimientos del mercado laboral.
Pero en países como los nuestros donde la investigación y el trabajo teórico no tiene, salvohonrosas
excepciones, espacios de desarrollo institucional fuera de las universidades, ¿dónde situar entonces la
tarea de dar forma a las demandas de comunicación que vienen de la sociedad y al diseño de alternativas?
1. SENTIDO DE LA FORMACIÓN TEÓRICA EN UNA PROFESIÓN «PRÁCTICA»
Para abordar los problemas, las vacilaciones y los impases que presenta la enseñanza de la comunicación en América Latinaes necesario que los diagnósticos de tipo curricular no nos tapen «el bosque»,
esto es el contexto en que adquieren relieve y sentido esos problemas. Puesto en contexto el debate
sobre teoría y práctica nos remite a la reacción que sufrieron en los años setenta buena parte de las
escuelas al convertir la crítica y la denuncia en eje de la formación. Ello implicó una redefinición del
oficio delcomunicador y la reubicación de los estudios de comunicación -hasta entonces cohesionados
por un saber operativo con complementos humanistas- en el espacio de las ciencias sociales. Pero esa
reubicación se efectuó en muchos casos de modo instrumental: «la teoría» suplantó a la reflexión
convirtiéndose en arma de generalización puramente especulativa y en catecismo castrador de la imaginación,sustitutivos de la producción. Herramienta para la formación de un comunicador-sociólogo
«la teoría» fue incapaz de dar cuenta de las contradicciones que entrañaba esa figura profesional y
mucho menos de la escisión que consagró su modo de presencia en los planes de comunicación «social».
En los últimos años la situación es otra. Consolidada la propuesta de un comunicador productor de
comunicación, a loque ahora nos enfrentamos es al desmonte de las ciencias sociales o a su neutralización ya que a su crisis, y a las incertidumbres políticas, la salida estaría en la «sociedad de la información». El debate teoría/práctica ha dejado de ser la lucha entre teoricismo y pragmatismo y se
coloca hoy en otro terreno: el de la hegemonía teórica del saber tecnológico. La idea de información
-asociada a lasinnovaciones tecnológicas- gana operatividad y legitimidad científica mientras la de
comunicación se opaca o se desplaza y aloja en campos aledaños. Dicho de otra manera, el problema
ya no es la ponderación del peso que en la formación del comunicador deben tener los diversos saberes
y destrezas sino qué tipo de reflexión teórica puede articularse al «hacer comunicación» sin quedar
absorbida oneutralizada por la razón tecnológica y la «expansión» de la lógica mercantil a modelo de
sociedad.
No es que en las escuelas no quede aún mucho por hacer para superar la dispersión y la amalgama, la
especulación y el inmediatismo practicista. Lo que intento plantear es que lo que está pasando en la
«realidad comunicativa» del mundo y de nuestros países nos exige pensar de un modo nuevo las...
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