teoria general de la prueba
HISTORIA DEL SIGLO XX
1914-1991
PREFACIO Y
AGRADECIMIENTOS
Nadie puede escribir acerca de la historia del siglo XX como escribiría sobre la de cualquier otro
período, aunque sólo sea porque nadie puede escribir sobre su propio período vital como puede (y
debe) hacerlo sobre cualquier otro que conoce desde fuera, de segunda o tercera mano, ya sea a
partir de fuentes delperíodo o de los trabajos de historiadores posteriores. Mi vida coincide con la
mayor parte de la época que se estudia en este libro y durante la mayor parte de ella, desde mis
primeros años de adolescencia hasta el presente, he tenido conciencia de los asuntos públicos, es
decir, he acumulado puntos de vista y prejuicios en mi condición de contemporáneo más que de
estudioso. Esta es una de lasrazones por las que durante la mayor parte de mi carrera me he
negado a trabajar como historiador profesional sobre la época que se inicia en 1914, aunque he
escrito sobre ella por otros conceptos. Como se dice en la jerga del oficio, es el siglo XIX. Creo
que en este momento es posible considerar con una cierta perspectiva histórica el siglo XX corto,
desde 1914 hasta el fin de la erasoviética, pero me apresto a analizarlo sin estar familiarizado con
la bibliografía especializada y conociendo tan sólo una ínfima parte de las fuentes de archivo que
ha acumulado el ingente número de historiadores que se dedican a estudiar el siglo XX.
Es de todo punto imposible que una persona conozca la historiografía del presente siglo, ni
siquiera la escrita en un solo idioma, como el historiadorde la antigüedad clásica o del imperio
bizantino conoce lo que se escribió durante esos largos períodos o lo que se ha escrito después
sobre los mismos. Por otra parte, he de decir que en el campo de la historia contemporánea mis
conocimientos son superficiales y fragmentarios, incluso según los criterios de la erudición
histórica. Todo lo que he sido capaz de hacer es profundizar lo suficienteen la bibliografía de
algunos temas espinosos y controvertidos —por ejemplo, la historia de la guerra fría o la de los
años treinta— como para tener la convicción de que los juicios expresados en este libro no son
incompatibles con los resultados de la investigación especializada. Naturalmente, es imposible que
mis esfuerzos hayan tenido pleno éxito y debe haber una serie de temas en los quemi
desconocimiento es patente y sobre los cuales he expresado puntos de vista discutibles.
Por consiguiente, este libro se sustenta en unos cimientos desiguales. Además de las amplias y
variadas lecturas de muchos años, complementadas con las que tuve que hacer para dictar los
cursos de historia del siglo XX a los estudiantes de posgrado de la New School for Social
Research, me he basado enel conocimiento acumulado, en los recuerdos y opiniones de quien ha
vivido en muchos países durante el siglo XX como lo que los antropólogos sociales llaman un , o
simplemente como un viajero atento, o como lo que mis antepasados habrían llamado un kibbitzer.
El valor histórico de esas experiencias no depende de que se haya estado presente en los grandes
acontecimientos históricos o de que sehaya conocido a personajes u hombres de estado
preeminentes. De hecho, mi experiencia como periodista ocasional en uno u otro país,
principalmente en América Latina, me permite afirmar que las entrevistas con los presidentes o con
otros responsables políticos son poco satisfactorias porque las más de las veces hablan a título
oficial. Quienes ofrecen más información son aquellos que pueden oquieren hablar libremente, en
especial si no tienen grandes responsabilidades. De cualquier modo, conocer gentes y lugares me
ha ayudado enormemente. La simple contemplación de la misma ciudad —por ejemplo, Valencia o
Palermo— con un lapso de treinta años me ha dado en ocasiones idea de la velocidad y la escala
de la transformación social ocurrida en el tercer cuarto de este siglo. Otras...
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