teoria, historia y critica arquitectonica
READER
TEORÍA, HISTORIA Y CRÍTICA DE LA ARQUITECTURA
ESCUELA DE ARQUITECTURA PUC
INDICE
Martín Heidegger | Construir, Habitar, Pensar | 1956 |
Michel Foucault | Los Espacios Otros | 1967 |
Venturi, Scott‐Brown, Izenour | Aprendiendo de Las Vegas | 1972 |
Peter Eisenman | Casas I y II | 1972 | Peter Eisenman | Post‐Funcionalismo | 1976 |
Bernard Tschumi | Arquitectura y Trasgresión | 1976 |
Rem Koolhaas | Europeos, Cuidado! Dalí y Le Corbusier conquistan Nueva York | 1978 |
Aldo Rossi | Arquitectura para los Museos | 1978 |
Jürgen Habermas | La Modernidad, Un Proyecto Incompleto | 1980 |
Manfredo Tafuri | Entrevista | 1981 | Cruz, Iommi | Ciudad Abierta, de la Utopía al Espejismo | 1985 |
Mark Wighley | Arquitectura Deconstructivista | 1988 |
Alejandro Aravena | Los Hechos de la Arquitectura | 1999 |
Alejandro Crispiani | Ciudad y Consumo, Un gran contenedor y muchos Carritos | 2004 |
Beatriz Colomina | Soñé que era un Muro | 2006 |
José Cruz Ovalle | Hacia una Nueva Abstracción | 2006 |
1956 CONSTRUIR HABITAR PENSAR
Martin Heidegger
CONSTRUIR HABITAR PENSAR
Martin Heidegger
En lo que sigue, intentamos pensar sobre el habitar y construir. Este pensar sobre el construir no se
arroga la pretensión de encontrar pensamientos constructivos, o dar reglas al construir. Este intento de pensamiento no concibe el construir, en general, desde el arte de la construcción y de la Técnica,
sino que retrotrae el construir al ámbito al que pertenece todo lo que es:
Preguntamos:
1. ¿Qué es el habitar?
2. ¿Hasta qué punto pertenece el construir al habitar?
En el habitar, al parecer, ingresamos ante todo por medio del construir. \ Éste, el construir, tiene por meta a aquél, el habitar. Pero además, no todas las construcciones son también habitaciones.
Puente y hangar, estadio y central eléctrica, son construcciones, pero no habitaciones; estación de
ferrocarril y autopista, dique y mercado cubierto son construcciones, pero no habitaciones. Empero,
las citadas construcciones están en el ámbito de nuestro habitar, que alcanza más allá de esas construcciones y no se limita tampoco a la habitación. El conductor de un camión de carga está en
la autopista como en su casa, pero no tiene allí su hospedaje; la trabajadora está en la hilandería
como en su casa, empero, no tiene allí su habitación; el ingeniero director está en la central
eléctrica como en su casa, pero no habita allí. Las citadas construcciones domicilian al hombre; éste
las habitúa, pero no habita en ellas, si habitar sólo quiere decir que nosotros poseamos un
alojamiento. Por cierto que en la actual crisis habitacional ocupar uno es ya tranquilizador y alegra;
la construcción de viviendas permite perfectamente alojamientos; las habitaciones pueden estar,
incluso, bien repartidas, organizadas para facilitar la vida práctica, deseablemente baratas, estar
abiertas al aire, luz y sol; pero, ¿las habitaciones albergan ya en sí la fianza de que acontece un
habitar? Sin embargo, aquellas construcciones que no son habitaciones, quedan determinadas, por
su parte, desde el habitar, en cuanto que sirven al habitar del hombre. Así, pues, sería el habitar, en todos los casos, el fin que preside a todas las construcciones. Habitar y construir están mutuamente
en la relación de fin y medio. Sólo que mientras nosotros opinemos de esa manera, tomamos el
habitar y construir por dos actividades separadas y con ello concebimos algo correcto. Pero, al
mismo tiempo, con el esquema‐media‐fin nos cerramos el camino hacia los rasgos esenciales. Pues ...
Regístrate para leer el documento completo.