Limitaciones para nuestro desarrollo Si limitamos nuestro análisis a los componentes económicos de ]a crisis, y observamos su comportamiento histórico a través de las políticas económicas y dedesarrollo que se han aplicado en Latinoamérica durante las últimas cuatro décadas, lo primero que detectamos es un claro proceso pendular. Los períodos de expansión acaban generando desequilibriosfinancieros y monetarios, que derivan en respuestas estabilizadoras que, a su vez, acaban generando elevados costos sociales, lo que induce a nuevos impulsos de expansión. En este juego pendular seconfrontan las dos grandes concepciones económicas que han dominado el panorama de América Latina: el desarrollismo y el monetarismo neo-liberal. Ambas comparten el no haber logrado lo que originaCrisis de propuestas y crisis de utopías Hoy es casi un lugar com ún afirmar que América Latina está en crisis. Son m uchas las versiones, descripciones e interpretaciones que se h an h ech ode la crisis, po r lo que el diagn óst ico de la enfermedad parece estar completo, por lo menos en sus contenidos más profundos y trascendentes. Lo que aún no ha generado consenso es el tratamiento,debido a la complejidad del cuadro que se nos presenta. La perplejidad, resultante de una situación a la que no le reconocemos precedentes similares, nos ha mantenido en una especie de callejón sinsalida, que bloquea el paso hacia soluciones imaginativas, novedosas y audaces. Se intuye con claridad que las recetas convencionales y tradicionales, de cualquier trinchera que venga, no funcion arán.Sin em bargo, hay una especie de temor paralizante que inhibe el diseño de caminos radicalmente distintos que pudieran eventualmente sacamos del embrollo. El temor es entendible, porque no es nadafácil renun ciar a diseño s estratégicos o con struccion es teóricas e ideoló gicas en las que se han cimentado durante largo tiempo no sólo creencias, con struccion es y esperanzas, sino in cluso...
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