teoria
Cita Vargas Llosa dos argumentos principales que utilizamos los defensores de la excepción cultural. Uno, el deseo de que la cultura no sea tratada como una mercancía y sea excluida de las negociaciones sobre libre flujo de mercancías. Y dos, que "los productos culturales sean objeto de un cuidado especial por parte del Estado para salvaguardar laidentidad, el alma, el espíritu de los pueblos". En realidad, sólo existe un argumento, el primero. El segundo es una hábil invención de Vargas Llosa en la que apoyar toda su posterior argumentación.
El primer argumento, el único y real, es despachado rápidamente por "antidemocrático". Según Vargas Llosa, con este argumento pretendemos socavar la santa libertad de los espectadores, pueblo soberano, yobligarles a ver nuestras películas. Como sabe él muy bien, para que la libertad de elección del espectador exista hace falta primero que exista una oferta variada, que exista otro cine, y no sólo el de las grandes compañías americanas que controlan prácticamente todo el mercado audiovisual en España, en Europa y en el mundo. Pero no sólo controlan la producción, sino, lo que es aún más grave,también gran parte de la distribución y la exhibición, incluso mediante prácticas que en su propio país están prohibidas por leyes antitrust para defender la libre competencia y que en Europa, y en países como España en especial, o no existen o no se aplican. El gran fallo de este argumento es que significaría un "despotismo ilustrado versión siglo veintiuno", pues pondría, según Vargas Llosa, lasdecisiones sobre cultura en manos de burócratas, parlamentos y comisiones. Objeción a su vez profundamente antidemocrática, pues equivaldría a poner en cuestión la democracia misma, ya que son comisiones, burócratas, partidos y parlamentos los encargados de ponerla (la democracia) en práctica. ¿Debemos por ello rechazar el sistema democrático? Según Vargas Llosa, supongo que sí, pues si tan malo espara el arte y la cultura, mucho peor sería aún para la sociedad en su conjunto.
Demuestra Vargas Llosa desconocer el sistema de ayudas español, puesto que las ayudas al cine son proporcionales a la recaudación de las películas, corrección realizada ya hace años y a petición de la propia industria para vincular las ayudas al gusto del público, con una pequeña excepción dedicada a primeras obras ycine de experimentación. Creo que eso debería tranquilizar su desinteresada preocupación por el posible subjetivismo de las ayudas.
El segundo argumento, creado por el propio autor para servirse en bandeja la forma de rebatirlo, consiste en identificar burdamente la excepción cultural con el nacionalismo más ramplón, aquel que defiende una identidad cultural colectiva de las naciones. La propiaidea de "excepción cultural", heredera de la cultura de la Ilustración y del progresismo universalista, nace y tiene como único fin defender la cultura como expresión de creadores individuales y libres. Pero la "diversidad contradictoria" que constituye la riqueza cultural de Francia y España, y por la que Vargas Llosa dice preocuparse tanto, no existiría si no existiera una política cultural...
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