Teorias Ambientalistas
hábitats de las especies, pero la segunda causa, siendo indirecta, hace verdaderos estragos.
Se trata de la introducción en los ecosistemas naturales de especies que les son ajenas,
denominadas también alóctonas o exóticas, muchas de las cuales se comportan como
especies realmente invasoras, esdecir con una gran capacidad para desplazar a las especies
nativas.
Este fenómeno de antropocoria no es tampoco nuevo. Baste recordar que casi toda la fauna
actual de las Illes Balears fue introducida por el hombre durante el cuaternario y que fue
precisamente esta introducción la causa de que todas las especies que habitaban el
archipiélago antes de la llegada del hombre se extinguieran.En cualquier caso, son muchos los científicos que consideran que las invasiones biológicas
son hoy día no sólo una de las principales amenazas para la biodiversidad, sino también un
peligro potencial de plagas con las subsiguientes consecuencias economómicas.
La especie introducida artificialmente en un ecosistema puede depredar literalmente a las
especies autóctonas. Un caso típico seriael del ferreret (Alytes muletensis), arrinconado en
las zonas más inaccesibles de los torrentes de la Serra de Tramuntana de Mallorca ante la
presión depredadora de la serp de garriga o culebra de cogulla (Macroprotodon
cucullatus). Una especie introducida puede también competir con una autóctona por el
alimento o por el hábitat. Un ejemplo claro de hoy día es la gaviota común, unaespecie en
expansión debido a la generación de residuos por parte del hombre y que compite por el
alimento con el milano real (milana) (Milvus milvus), una rapaz en franca regresión.
Finalmente, en el caso de los vegetales, la especie introducida puede modificar la
composición del suelo o ser muy competitiva en la colonización de este suelo por presentar
una elevada tasa de reproducciónvegetativa. Es el caso, por ejemplo, de las especies del
género Carpobrotus, en el caso de plantas terrestres, o de la Caulerpa taxifolia, en el caso
del bentos marino. Existe otra posibilidad todavía: que la especie introducida compita por
los polinizadores y/o dispersores de las semillas, reduciendo el potencial reproductivo de
las especies nativas. Si todos estos problemas son graves a nivelplanetario como claras amenazas que son al
mantenimiento de la biodiversidad, en el caso de las islas el problema es alarmante
precisamente por la fragilidad de los ecosistemas insulares. Algunos datos lo manifiestan.
En Tahití, la planta ornamental Miconia calvescens ocupa ya un 75% de la superficie de la
isla.
Si nos situamos en nuestro ámbito geográfico, las más de 5.000 islas delMediterráneo
presentan un 38% de flora endémica, una característica lógica si tenemos en cuenta que la
insularidad es un factor muy importante de creación de nuevas especies por deriva genética.
Pero al mismo tiempo, dado que los ecosistemas insulares son frágiles y las especies que
los conforman han evolucionado sin tener que hacer frente a una competencia
interespecífica como la que sepresenta en tierras continentales, las islas son mucho más
sensibles a la colonización de especies ajenas a sus ecosistemas. Un solo dato lo pone de
manifiesto: mientras en toda la cuenca mediterránea las especies exóticas suponen un 1%
de la flora, en el caso de las islas esta proporción llega ya al 10%.
En todas estas islas, a la introducción de especies destinadas a la agricultura, a laornamentación de jardines públicos y/o privados, debe añadirse otras “puertas de entrada”.
Buena parte de estas islas están hoy día muy bien conectadas con el continente y han
desarrollado una potente industria turística.
Detener la invasión
Con el objetivo de analizar el proceso de invasión de estas especies introducidas en los
ecosistemas insulares del Mediterráneo, empezó en 2001...
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