TEORIAS
La Universidad Nacional y el Instituto Politécnico crecen arrolladoramente. La población escolar, en ambas instituciones, sobrepasa ya –en términos relativos-- los límitesalcanzados en cualquier otra parte del mundo. El rendimiento académico señala cifras desconsoladoras, y la calidad y productividad politécnicas y universitarias no pueden ser de más bajo nivel.Claro que esta situación – que sigue siendo vigente y aún empeora—no puede ser la resultante de una sola y bien definida causa. Son muchas y complejas, y si se numeran algunas no se intentan jerarquizarni limitar: prostitución como actividad pública y vía eficaz de control gubernamental, obrero y campesino: malos alumnos y peores maestros, falta de acción y ejemplaridad en la familia; carencia deuna profunda vida intelectual; inexistencia de partidos políticos atractivos y promotores de actitudes cívicas independientes; desigualdades sociales con miseria y riqueza extremas e insultantes;inexorable dependencia colonial que penetra, envilece y distorsiona todos los aspectos de nuestro desarrollo; la imagen hiriente de un panorama internacional caótico, injusto y sangriento.
En resumen, uncomplejo ámbito en donde no hay claridad, en donde lo poco positivo es lento e insuficiente. La esperanza siempre superada por los estigmas de una realidad dolorosamente presente y desoladora. Estoha sido y es el alimento de cada día para jóvenes y viejos. ¿Qué podemos esperar de nuestros jóvenes? ¿Qué nos atrevemos a exigirles? ¿Qué estamos dando y recibiendo los viejos?
Por supuesto que elMovimiento Estudiantil de 1968 en México estaba desorientado y su estallido nos pareció desproporcionado al incidente callejero que le dio origen. Pero ¿Quién no estaba desorientado? ¿Cuál es laverdad que debe prevalecer? ¿Qué es lo que ofrecemos y qué es lo que pedimos? Si no podemos encontrar pronto un buen camino, hay por lo menos algo que debemos afirmar con total honestidad: tragedias como...
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