Teoría Y Práctica

Teoría y práctica (I)



No voy a abrir la caja donde guardo argumentos a favor y en contra de lo que hay quien ve como dos extremos: La Teoría y la Práctica. Seguramente han oído hablar de ella: “la caja de los truenos”. Sí me gustaría hablar sobre la actitud de aquellos que se mueven en el mundo teórico (profesores y alumnos), sobre la actitud de los que se mueven en el mundo de la práctica(profesionales), y evidentemente del cambio de actitud que requiere el salto de un estadio al otro.


SOBRE LA TEORIA

Genios

Lo poco que leo suele ser literatura de divulgación científica y, de lo leído, diría que capto olores más que comprendo teorías. Aún así me lo paso bien, es como lo del jugador de póker que si encima ganara.

Hubo un tiempo en que encadené la lectura de unasbiografías: Kepler (1571-1630), Newton (1642-1727),... y algunas reseñas más de gente de la época: Fermat (1601-1665)... Cito a estos tres porque los dos primeros son los que más me han impresionado, y el tercero el que más sueño me ha quitado. Y juntos cubren un periodo, desde 1571 hasta 1727, que calculadora en mano terminó hace 271 años.

No tengo espíritu competitivo pero sí que soy osado y,convencido de que con individuos tan lejanos no iba a meterme en líos, osé compararme con ellos y me metí en líos.

En la osada comparación, de una parte había genios (ellos), eso sí, pero de una época en que necesitabas mucha suerte para llegar a ver algo más complejo que un embudo, y de un mundo en que los medios para aprender eran escasos. De otra, un individuo normal (yo), que con un poco desuerte verá el siglo XXI, un universitario al que durante muchos años sólo se le pidió que aprendiera.

A pesar de la certeza de que cualquiera de los citados genios me daba sopa con ajos, en la comparación me vi aún peor de lo que en principio podía esperar. Algo iba mal.

¡Mira que Kepler empezó mal!. Buscaba la escala musical (literalmente el DO, RE, MI, FA, SOL) en la organización de loscielos (”Harmonice Mundi”)... y eso no es lo peor. El colmo es cuando vemos cómo argumentaba, fue capaz de deducir que había sido concebido a las 4,37 de la madrugada del 16 de mayo del año 1571... Vaya, que no podía ser peor ni el momento, ni la hipótesis de partida, ni la cabeza que usaba. Alguno de los que me leen se atrevería ahora a dar alguna explicación de por qué es como es lo que él dijo.¿Y lo de Newton?... Él, que cambió el mundo con sus leyes. Sus leyes, que continúan empleándose a pesar de las teorías Cuánticas y de las diversas Relatividades... ¡Agárrense todos!, él ya sabía que sus leyes eran falsas. De la gravedad le repugnaba que un hombre, con sólo levantar a un niño del suelo, cambiara la Luna de lugar, y en lo que ya no tragaba es en que esto sucediera instantáneamente.¿Qué me dicen?. ¿Cómo pudieron ocultarme esto en la Universidad?...¡Pues sí que tenemos las ideas claras, yo nunca dudé de Newton!. Me veía frente a los sabios de aquella época, no de los citados que serían los mansos, sino frente a los de la Inquisición. Ellos preguntando y dándome sus razones... y yo, oliendo ya a quemado, diciendo que me llegué a creer que la Tierra daba vueltas. ¿O no?.¡Ah, y luego cayó la Geometría Euclidiana, y Pitágoras (éste no creo que se lo viera venir), y se derritieron los relojes!.

Me siento como el que ha comido algo y no lo ha digerido bien. No es un problema que me pase a mí sólo, de ser así quedaría resuelto concluyendo que soy corto de una punta. El problema aparece cuando estoy seguro de que esto nos ha pasado a todos. Las afirmaciones deAristóteles: “Un cuerpo deja de moverse cuando deja de realizarse acción sobre él” o “Un cuerpo pesado cae más deprisa que uno ligero”... se las tragaron generaciones enteras, siglos enteros, hasta que supimos que eran mentira... y ahora, creo que, la segunda no sabemos si es verdad.

Y luego el Fermat de las narices. De éste fue de quien acepté el reto y ha sido el que me ha metido en líos. Debo...