Teorías de comercio
Resumen de la lectura Orfandad
Creí que todo era un sueño: sobre una cama dura, cubierta por una blanquísima sabana, estaba yo, pequeña, una niña con los brazos cortados arriba de los codos ylas piernas cercenadas por encima de las rodillas, vestida con un pequeño batoncillo que descubría los cuatro muñones.
La pieza en donde estaba era a ojos vistas un consultorio pobre, con vitrinasanticuadas. Yo sabía que estábamos a la orilla de una carretera de Estados Unidos por donde todo el mundo, tarde o temprano, tenía que pasar. Y digo que estábamos por que junto a la cama, de perfil,había un medico joven, alegre, perfectamente rasurado y limpio. Esperaba.
Entraron los parientes de mi madre: altos, hermosos, que llenaron el cuarto de sol y bullicio. El médico les explico:
-Si, esella. Sus padres tuvieron un accidente no lejos de aquí y ambos murieron, pero a ella pude salvarla. Por eso puse el anuncio, para que se detuvieran ustedes.
Una mujer muy blanca que me recordabavivamente a mi madre, me acaricio las mejillas.
-¡Qué bonita es!
-¡Mira que ojos!
-¡Y este pelo rubio y rizado!
Mi corazón palpito con alegría. Había llegado el momento de los parecidos, y en medio deaquella fiesta de alabanzas no hubo ni una sola mención a mis mutilaciones. Había llegado la hora de la acepción: yo era parte de ellos.
Pero por alguna razón misteriosa, en medio de sus risas y suparloteo, fueron saliendo alegremente y no volvieron la cabeza.
Luego vinieron los parientes de mi padre.
Cerré los ojos. El doctor repitió lo que dijo a los primeros parientes.
-¿Para qué salvo eso?-Es francamente inhumano.
-No, un fenómeno siempre tiene algo de sorprendente y hasta cierto punto chistoso.
Alguien fuerte, bajo de estatura, me asió por los sobacos y me zarandeo.
-Vera ustedque se puede hacer algo mas por ella.
Y me coloco sobre una especie de riel suspendido entre dos soportes.
-Uno, dos, uno, dos.
Iba adelantando por turno de los troncos de mis piernas en aquel...
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