Tercera Carta
Paulo Freire escribió esta tercera carta después de ser invitado a uno de los cursos de capacitación del magisterio dondeescucho de varias de las alumnas frases como estas: “Vine a hacer el curso de magisterio porque no tuve otra posibilidad” y “Elegí este curso de magisterio mientras me caso”. Dichas frases motivaron aPaulo Freire a escribir esta tercera carta a todos aquellos que pretenden enseñar.
Es necesario crear conciencia en todos los aspirantes a maestros para que no vean la práctica educativa como unamarquesina bajo la cual pueden esperar a que pase la lluvia (otra mejor oferta laboral o casamiento).
La práctica educativa es algo muy serio, tratamos con niños, adolencetes o adultos, nosotrosparticipamos en su formación y no debemos contribuir a su fracaso por nuestra falta de vocación, incompetencia, mala preparación o irresponsabilidad.
Al finalizar de leer este capítulo recordélas palabras tan certeras de una de mis profesoras al decir: “Los maestros al igual que los médicos tenemos vidas en nuestras manos” y en realidad es así. Los maestros tenemos el deber de formar buenosvalores y reforzar aquellos ya adquiridos en casa, guiar la adquisición de conocimientos, orientarlos y facilitarles el aprendizaje, crear el ambiente propicio en nuestras aulas y otorgarles lasherramientas necesarias para llegar a un objetivo Educar.
Considero que uno de los grandes problemas que atravesamos hoy en día es debido a que muchos de los maestros que están frente a grupo no tienenla vocación. Nuestro México requiere de profesores mejor preparados y mejor pagados, para que le dediquen el tiempo necesario a su tarea educativa, que eduquen y no sólo instruyan.
El empleodocente está concebido como una especie de refugio temporal o escalón previo a un mejor empleo. Muchas de las personas que aspiran a ser profesores de educación primaria no lo hacen por vocación sino...
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