Terea 3

El Papa en Inglaterra
La visita de Estado de S.S. Benedicto XVI a Inglaterra, que revistió gran importancia, debe ser considerada en su contexto histórico y no solamente en forma superficial.}
Para ello tenemos que remontarnos siglos atrás, al reinado de Enrique VIII, a su situación matrimonial, a su relación con Ana Bolena, los esfuerzos por lograr la anulación de su primer matrimonio,imposible de obtener, que desembocan finalmente en el cisma, con la asunción de la supremacía del Rey en la Iglesia. Quienes no la aceptaron, negándose a prestar el juramente exigido, fueron reprimidos y condenados a muerte. Conocemos los casos de ilustres personajes como Tomás Moro, Fisher, Adriano Fortescue, mártires elevados a los altares. Nace entonces la Iglesia anglicana.
Dicho esto, queda claroque el diálogo se dio de manera ecuménica. Así en los encuentros de oración se trató de una participación interreligiosa, sin que ello dejara a un lado el anuncio del Evangelio a todos. La presencia del Papa fue fundamentalmente una presencia pastoral.
En el campo de lo social y de lo político (entendido en su acepción más amplia), el diálogo se mantuvo en los niveles de la doctrina y delencuentro entre los cristianos y todos los hombres de buena voluntad.
Por ello, si bien no hemos de olvidar, porque requieren una respuesta en el momento dado, las pequeñas controversias que ha resaltado la prensa internacional. Esto se ha dado, a veces, en forma contradictoria y en todo caso a nivel de los valores que entran en juego. La valoración de los actos depende de lo doctrinal. Si podemosllegar a un acuerdo en el pensamiento, de ahí se derivará el juicio correcto sobre lo que es bueno o deseable en la práctica.
Recojamos lo positivo de este encuentro audaz que tuvo lugar en Inglaterra y repitamos las palabras de Benedicto XVI “en el hombre vive permanente la nostalgia hacia lo infinito... solamente el Dios que se hizo finito para llevar nuestra limitación hacia su infinitud,corresponde a lo que busca nuestro ser”.
“Todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta” (Flp 4, 8).
La virtud es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma. Con todas sus fuerzas sensibles y espirituales,la persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a través de acciones concretas.
«El objetivo de una vida virtuosa consiste en llegar a ser semejante a Dios» (San Gregorio de Nisa, De beatitudinibus, oratio  1).
Las virtudes humanas
Las virtudes humanas son actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones habituales del entendimiento y de la voluntad que regulan nuestrosactos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra conducta según la razón y la fe. Proporcionan facilidad, dominio y gozo para llevar una vida moralmente buena. El hombre virtuoso es el que practica libremente el bien.
Las virtudes morales se adquieren mediante las fuerzas humanas. Son los frutos y los gérmenes de los actos moralmente buenos. Disponen todas las potencias del ser humano paraarmonizarse con el amor divino.
Las virtudes cardinales en la antigüedad
En La República, Platón describe las cuatro virtudes cardinales como:[1]
* Prudencia (calculativo) - véase el todo
* Fortaleza (enérgico) - presérvase el todo
* Templanza (apetitivo) - sirvése el todo
* Justicia (virtud fundante/preservante) - conócese a sí mismo
Platón define cómo un individuo puede lograrestas virtudes: la prudencia viene del ejercicio de razón, la fortaleza de ejercer las emociones o el espíritu, la templanza de dejar que la razón anule los deseos, y desde estas la justicia viene, un estado en que cada elemento de la mente está de acuerdo con los otros.[2]
Platón describe la justicia como la virtud fundante y preservante porque sólo cuando alguien comprenda la justicia puede...