Teresa gullon
"Mis hijos y hermanos quieren quitarme Gullón, que es mi vida"
"Yo no quiero ir a la fábrica como un florero", afirma afligida María Teresa Rodríguez Sáinz-Rozas, accionista mayoritaria de Galletas Gullón y presidenta ejecutiva de la empresa durante los últimos 26 años.
El 26 de septiembre de 2009 su historia cambió y desde entonces se enfrenta a sus dos hermanos y a tres desus cuatro hijos para recuperar lo que ella asegura que es su vida: la empresa Gullón.
Ese día, sus hermanos y tres de sus hijos despojaron a María Teresa Rodríguez de todos sus poderes en Galletas Gullón. Un mes después, fue relevada del cargo de presidenta y Juan Miguel Martínez Gabaldón, su mano derecha como director general durante 22 años, fue despedido. Hoy, uno de sus hermanos es elpresidente y uno de sus hijos rebeldes ocupa la dirección general.
María Teresa Rodríguez trata de conseguir en los juzgados que se celebre una junta general de accionistas en la que pueda hacer valer su mayoría en el capital de Gullón –tiene el 55% y cuenta con el 80% de los derechos de voto– y así recuperar las riendas. Su situación sigue el mismo guión que el de David Álvarez, fundador y presidentede Eulen.
En la primera entrevista que ha concedido en toda su vida a un medio de comunicación, María Teresa Rodríguez (Aguilar de Campoo-Palencia, 1942) se sincera con EXPANSIÓN y con lágrimas en los ojos cuenta cómo está viviendo el momento más amargo de su vida. Esta mujer, de carácter sencillo, se vio obligada a tomar las riendas de la empresa, tras el fallecimiento en 1983 en un accidentede tráfico de su marido, José Manuel Gullón González, perteneciente a la tercera generación de la empresa. “Hasta entonces, yo era un ama de casa que iba por la fábrica acompañando a mi marido, pero el verdadero empresario era él. Tras lo ocurrido, decidí coger la antorcha y seguir”, recuerda Rodríguez.
Sus hermanos, Félix y Raúl Rodríguez Sáinz-Rozas, que vivían en Madrid acudieron en su ayuda.María Teresa, que tenía cuatro hijos (el mayor de ellos de 12 años), fue nombrada presidenta del consejo de administración con amplios poderes para dirigir la empresa. Con el asesoramiento de sus dos hermanos y del abogado Miguel Doménech, la solución que se encontró fue la creación de un gabinete externo que llevara las riendas de la empresa y que estaba ubicado en Madrid.
“Las cosas iban bien,pero yo me di cuenta de que no tenía a nadie en Aguilar de Campoo y pedí que me mandaran un director general que estuviera en la fábrica”, explica la presidenta. Tras un proceso de selección, el 1 de enero de 1986, Galletas Gullón contrató a Juan Miguel Martínez Gabaldón. “Nos presentó un proyecto fantástico de crecimiento”. Entonces, Galletas Gullón tenía una fábrica de 5.000 metros cuadrados contres líneas de producción y 150 trabajadores.
Los terrenos
Una de las primeras decisiones del tándem formado por María Teresa y Juan Miguel (que un año después asumió el cargo de director general) fue la adquisición de una fábrica que salió a subasta en Aguilar de Campoo (Palencia) y sobre la que ha pilotado todo su desarrollo. “Por cien millones de pesetas (601.012 euros), nos vendieron unanave con un horno y un terreno en los alrededores”, recuerda la presidenta.
Sin embargo, había una parte del terreno que no pudieron comprar y “Gabaldón nos advirtió de que debíamos comprarlo para futuras ampliaciones. En proporción con el resto de la inversión, era muy caro y, como habíamos invertido todo el dinero en la fábrica, él se ofreció a comprarlo. Gabaldón lo adquirió con la intención devenderlo a Gullón el día que la empresa lo necesitara”, explica María Teresa. Esta operación provocó disputas dentro de la compañía.
En poco menos de un cuarto de siglo, Galletas Gullón se ha convertido en la mayor fábrica galletera de Europa, con una producción de 104 millones de toneladas al año. “Todo iba de maravilla, hasta hace un año y pico”, recuerda la presidenta.
Hasta la ruptura de la...
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