Terratenientes Argentinos
Eduardo Basualdo y Nicolás Arceo, autores más contemporáneos,concluyen que entre fines de la década de los '80 y mediados de los '90, la superficie que controlan los más grandes propietarios permanece más o menos estable. Según los autores, "los grandes propietarios siguen controlando el32% de la superficie provincial y en su composición sólo se observan pequeñas alteraciones que dan como resultado un leve acentuamiento en la relevancia de los propietarios con mayor superficie de tierra".2Existen burguesías terratenientes en el interior del país, cuyas propiedades y estancias devienen de las viejas mercedes castellanas. Tómese por caso las familias tradicionales de Santa Fe -LópezPintado, Fernández Montiel, Echagüe y Andía- cuyo marcado comportamiento endogámico les ha asegurado la conservación de grandes extensiones de campo, o la expresión endogámica por excelencia de la llamada "nobleza choyana" de Santiago del Estero nucleada en San Pedro de Choya,3 4 y que muchas veces superan con creces las superficies poseídas por los estancieros porteños.,5 y en idéntica situaciónse encuentran muchos de los establecimientos patagónicos, aunque es ingenuo comparar el valor y la productividad de una hectárea en la estepa patagónica con otra de la Pampa húmeda. La familia Casado Sastre acumulaba 300.000 hectáreas hacia 1867 y en 1928 6.625.000, mayormente en la Provincia de Santa Fe.[cita requerida] Esta burguesía terrateniente del interior se vinculó política, económica yfamiliarmente con la porteña, como en el caso de Fabián Gómez Anchorena, de novelesca vida, hijo de un Gómez Choyano y una Anchorena porteña.6
Primeros burgueses terratenientes porteños[editar]
Hacia 1810 la jurisdicción de la ciudad de Buenos Aires en la campaña no se extendía más allá del río Salado. Al norte de este río las estancias estaban originadas en las antiguas mercedes de tierras opagos, al igual que en el resto del territorio del antiguo Virreinato del Río de la Plata. Un cuarto de siglo más tarde, el 10 de mayo de 1836 el gobierno de Buenos Aires pone en venta mil quinientas leguas de tierra, mayormente ubicadas al sur del Salado. Los principales adquirentes de esa tierra y las superficies poseídas, en hectáreas, fueron los siguientes grupos familiares:
Álzaga 159.475Anchorena 75.833
Díaz Vélez 67.500
Mackinlay 42.600
Girado 37.5007
Cobo 30.000
Pereyra 27.500
Lastra 23.750
Bosch 21.500
Ortiz Basualdo 20.000
Vivo 17.000
Además de los nombrados, con anterioridad adquirieron tierras de la Provincia otros grupos familiares, Otamendi (15.000 has.) y Alvear (10.000 has.)
Algunas de estas familias, y otras que se sumaránposteriormente, lograrán acumular -a veces mediante alianzas matrimoniales- inmensas extensiones de campo, en parte favorecidos por la mayor disponibilidad territorial que implicó la conquista del desierto, y constituirán los núcleos familiares representativos de la Oligarquía conservadora.8 9 Así vemos que hacia 1928 algunas de estas familias habrán incrementado sustancialmente sus patrimonios:
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