Terremo de Ibarra
En la madrugada del 16 de agosto de 1868, la erupción del volcán Imbabura y el consiguiente terremoto devastaron la ciudad y laprovincia. A eso de la una de la mañana a impulso de fuerzas subterráneas, sacudiéronse con tanto furor y violencia las capas terrestres en la vasta extensión de centenares de leguascuadradas, que en un abrir y cerrar de ojos, los edificios de las poblaciones se desquiciaron y sumieron, sepultando entre sus escombros a los desprevenidos moradores. Y cual si se tratasede agitado mar, la tierra convulsionada se partió en mil grietas, formando abismos, surgiendo montículos, y transportando árboles, escombros y cadáveres de uno a otro sitio. Cercade veinte mil seres humanos quedaron sepultados para siempre bajo las ruinas, ofreciendo al espectador un cuadro el más lúgubre y desconsolador, agravado por voces de plegaria, aves ylamentos.
Ruina casi total de varias ciudades y pueblos, especialmente en Cotacachi, Ibarra, Otavalo y pueblos intermedios.
Muchos deslizamientos de tierra voluminosos.Innumerables derrumbes de mediana y pequeña magnitud.
Grietas profundas y extensas en toda la región.
Destrucción de muchas vías de comunicación, en especial los caminos vecinales.
Losestrago en Ibarra fueron de tal magnitud que se decidió mudar la ciudad a otro sitio, por lo que se fundó la población de La Esperanza, donde la población pretendió radicarsedefinitivamente, pero tiempo más tarde desistieron del proyecto y retornaron para reconstruir la ciudad en el mismo lugar.
En Quito sufrieron graves averías muchos edificios y, sobretodo, las iglesias y conventos.
Los ruidos subterráneos se escucharon hasta Quito.
Durante un buen tiempo se sintieron réplicas de variada intensidad, algunas muy fuertes.
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