Terremoto
Fueron lo que los sismólogos llaman ‘foreshocks’, o temblores previos; indicaban que en las entrañas de la fosa de Japón, muy por debajo de lasuperficie terrestre, la tensión estaba superando la resistencia de las rocas. Pero en Japón los terremotos de magnitud 7 son casi normales. Y la única forma de saber que undeterminado movimiento es un temblor previo es a posteriori.
El 11 de marzo se produjo la fractura principal de la que los anteriores terremotos no habían sidomás que avisos. A 40 kilómetros del primer seísmo y a 32 kilómetros de profundidad en la corteza terrestre se produjo un súbito salto, un desplazamiento deproporciones titánicas: una laja del suelo marino de 300 kilómetros de ancho clavada 150 kilómetros debajo de Japón se desplazó entre 30 y 40 metros de un único y desaforadogolpe.
El impacto se transmitió a lo largo de las rocas de la superficie terrestre como las vibraciones de una campana. Cuando alcanzaron la isla de Honshu esasondas provocaron durante varios minutos tremendos movimientos del suelo en sentido vertical y también horizontal, en un seísmo de magnitud muy alejada de lo corriente.Cuando las ondas recorrieron el globo entero, a diferentes velocidades y con distintas características, los sismólogos supieron que cerca de la costa japonesa seacababa de producir un terremoto de grado superior a 9 en la escala de magnitud de momento; uno de los más intensos jamás medidos por la ciencia geológica.
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