Terrorismo
OCCIDENTE ANTE LAS NUEVAS TIPOLOGÍAS DEL TERRORISMO
Ivan Witker
El terrorismo, instrumento de larga data de la violencia política, ha devenido en un poderoso factor de las relaciones internacionales contemporáneas. Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas y el Pentágono en EE.UU., y de marzo de 2004 en Atocha, Madrid, ocupa un lugar preeminente en elarsenal de los grupos fundamentalistas islámicos contra Occidente, al punto que tales ataques marcarían el fin del corto período de post Guerra Fría. En la primera parte de este artículo se periodizan cuatro fases de su desarrollo evolutivo: anarquista, insurgente, revolucionario y fundamentalista religioso y nacionalista. La segunda se detiene en el terrorismo fundamentalista o neoterrorismo,advirtiéndose la amenaza que éste representa para el proyecto de civilización de Occidente que conjuga democracia, estado de derecho y mercado.
IVAN WITKER. Ph. D., Universidad Carlos IV, Praga. Es responsable de la Cátedra de Relaciones Internacionales de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE) y analista de BBC World Service para asuntos latinoamericanos. Entre 1997 y 2004 sedesempeñó como coordinador de la mención en Estudios Internacionales del Doctorado en Estudios Americanos de la Universidad de Santiago. Este artículo forma parte del proyecto de investigación Fondecyt 1030017 “Estado, Sociedad y Terrorismo”. Estudios Públicos, 98 (otoño 2005).
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ESTUDIOS PÚBLICOS
“El revolucionario es un ser perdido desde el comienzo. No tiene interés propio,propiedad, sentimientos, relaciones personales, ni siquiera nombre”. (Josef Bakunin, El Catecismo Revolucionario.)
INTRODUCCIÓN
l terrorismo ha sido desde siempre un componente de la violencia política y se le debe aprehender como un instrumento de agresión, destinado a aniquilar o atemorizar al rival mediante el terror e intimidación de personas inocentes y no combatientes. Es una manera irregularde enfrentar al adversario que ha existido desde tiempos inmemoriales1. Por lo tanto es un error pretender que por las formas y dimensiones adquiridas tras el 11-S y el 11-M, estemos en presencia de un nuevo fenómeno disruptivo en las relaciones internacionales. Sin embargo, tratándose de un fenómeno de larga data, que, si bien no ha cambiado su esencia, exhibe en la actualidad cinco aspectosespecíficos que les otorgan un sello cualitativamente distinto a las etapas evolutivas previas: un creciente carácter transnacional, un poderoso basamento religioso y nacionalista, elevada frecuencia en el uso de suicidas, alta letalidad de los ataques y marcada orientación antioccidental, especialmente en los grupos fundamentalistas islámicos. Estos cinco aspectos nos permiten afirmar que estamos enpresencia de un terrorismo de nuevo tipo, susceptible de ser denominado neoterrorismo, siendo el 11-S y el 11-M sus ejemplos más elocuentes2. Su significado para la historia de las relaciones internacionales es análogo al lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima,
1 Por razones epistemológicas, este trabajo deja de lado el concepto de terrorismo de Estado. Para entender el terrorismomoderno y su lugar en la política mundial resulta clave aprehenderlo en tanto opción de un grupo político antisistémico. Esta conceptualización encuentra raigambre en los escritos de los pensadores socialistas utópicos alemanes como Wilhelm Weitling (Garantías de la Libertad y la Armonía, 1835) y Karl Heinzen (Asesinato, 1848), y de los anarquistas como Johan Most (La Ciencia de la GuerraRevolucionaria, 1885) y Michail Bakunin (Dios y el Estado, 1871). La utilización del terror por parte del Estado, que conduce al llamado régime de terreur y a estados policiales, tiene connotaciones conceptuales muy distintas, pues en ese caso se le debe comprender como parte de una manera orgánica de ejercer la autoridad, visible en la Rusia bolchevique y posteriormente en la URSS, en las democracias...
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