TESIS
LA ORGANIZACIÓN DE ALTO DESEMPEÑO > LA ORGANIZACIÓN DE ALTO DESEMPEÑO
haya estado a la altura del desafío porque estaba siendo
puesto a prueba.
¿Es posible alcanzar el estado fundamental del liderazgo sin una crisis? En mi trabajo como coach de
ejecutivos de empresas, he descubierto que si nos hacemos cuatro preguntas básicas –y las respondemos
con honestidad–, podemoshacer el cambio en cualquier momento. Es un estado temporal. La fatiga y la
resistencia externa nos sacan de él. Pero cada vez que
lo alcanzamos, volvemos a nuestro ser cotidiano un
poco más capaces y, por lo general, también elevamos
el desempeño de las personas que nos rodean. Con el
tiempo, todos podemos llegar a ser líderes más eficaces
si elegimos deliberadamente alcanzar el estadofundamental del liderazgo, en vez de esperar a que una crisis
nos fuerce a ello.
Definir el estado fundamental
Incluso aquellos que son ampliamente admirados por
sus, en apariencia, naturales y fluidas habilidades de
liderazgo –presidentes, primeros ministros, CEO de
empresas–, generalmente no funcionan en el estado
fundamental del liderazgo. La mayor parte del tiempo,
se encuentran en su estadonormal: una condición saludable e incluso necesaria bajo muchas circunstancias, pero que no conduce a lidiar con una crisis. En el
estado normal, las personas suelen mantenerse dentro
de sus zonas de comodidad y permiten que sean las
fuerzas externas las que dirijan sus decisiones y comportamientos. Pierden influencia moral y a menudo
confían en la argumentación racional y en el ejercicio
dela autoridad para provocar el cambio. Por temor,
otros cumplen con lo que estos líderes piden, pero el
resultado suele ser poco imaginativo e incremental, y
en gran medida reproduce lo que ya existe.
Para elevar el desempeño de otros, debemos elevarnos nosotros mismos hasta el estado fundamental del
liderazgo. Alcanzarlo requiere de un cambio en cuatro
dimensiones (vea la tabla “Existe lonormal, y existe lo
fundamental”).
En primer lugar, pasamos de estar centrados en la
comodidad a estar centrados en los resultados. Lo primero nos hace sentir seguros, pero en algún momento
nos llevará a languidecer y a carecer de sentido. En
su libro The Path of Least Resistence, Robert Fritz explica cuidadosamente cómo el hecho de hacernos una
sola pregunta puede llevarnos de un estado normaly
reactivo a una condición mucho más productiva. Esa
pregunta es: ¿Cuál es el resultado que quiero crear?
Dar una respuesta honesta nos impulsa a salir de la
senda natural de la menor resistencia y nos conduce
desde la resolución de problemas al descubrimiento
de propósitos.
Segundo, pasamos de estar dirigidos externamente a
estar más internamente dirigidos. Esto significa que dejamos demeramente adecuarnos a las expectativas de
otros y de apegarnos a la cultura actual. Estar más internamente dirigidos implica clarificar nuestros valores
centrales y aumentar nuestra integridad, confianza y
autenticidad. A medida que nos volvemos más seguros
y auténticos, nos comportamos de manera diferente. Y
son los otros quienes tendrán que encontrar sentido a
nuestro nuevo comportamiento.Algunos se sentirán
atraídos por él, otros se sentirán ofendidos. Pero esto
no debería ser un impedimento: cuando somos fieles a
nuestros valores, estamos dispuestos a iniciar esa clase
de conflictos.
Tercero, dejamos de estar enfocados en nosotros mismos y nos enfocamos más en los otros. Ponemos las necesidades del conjunto de la organización por encima
de las propias. Pocos admitiríamos quelas necesidades
personales trascienden el bien colectivo, pero el impulso de controlar las relaciones de una forma que alimente nuestros propios intereses es natural y normal.
Dicho esto, con el tiempo el foco en uno mismo conduce a sentimientos de aislamiento. Cuando ponemos
el bien colectivo primero, los demás nos premian con
su confianza y respeto. Formamos vínculos más estrechos y...
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