Test
CAPÍTULO I
Versículos 1—8. Rebelión de Moab—Enfermedad de Ocozías, rey de Israel. 9—18. Elías pide fuego del
cielo—Muerte de Ocozías.
Vv. 1—8. Cuando Ocozías se rebeló contra Jehová, Moab se rebeló contra él. El pecado nos debilita y
empobrece. La rebelión del hombre contra Dios suele ser castigada por la rebelión de los que le deben
sujeción. —Ocozías cayó por una ventana.Dondequiera vayamos solo hay un paso entre nosotros y la
muerte. La casa del hombre es su castillo, pero no lo asegura contra los juicios de Dios. A la larga, toda la
creación, que gime bajo la carga del pecado del hombre, cederá y se hundirá bajo ese peso, como esa
ventana. Nunca está a salvo el que tenga a Dios como su enemigo. Los que no inquieren en la palabra de
Dios para consuelo deellos, la oirán para terror de ellos, quiéranlo o no.
Vv. 9—18. Elías pidió fuego del cielo para consumir a los pecadores altivos y atrevidos; no para
seguridad personal, sino para probar su misión y revelar la ira de Dios desde el cielo contra toda impiedad e
injusticia de los hombres. Elías hizo esto por impulso divino, pero nuestro Salvador no permite que sus
discípulos hagan lo mismo, Lucasix, 54. La dispensación del Espíritu y de la gracia no lo permitió de
manera alguna. Elías estaba preocupado por la gloria de Dios, aquéllos por su propia reputación. El Señor
juzga las costumbres humanas por sus principios y su juicio es según verdad. —El tercer capitán se humilló
y se arrojó a la misericordia de Dios y de Elías. No hay nada que ganar contendiendo con Dios; y son sabios
losque aprenden la sumisión por el fin fatal de la obstinación de otros. —El valor de la fe a menudo ataca
de terror el corazón del pecador más orgulloso. Tan estupefacto está Ocozías con las palabras del profeta,
que ni él ni nadie de los suyos le opone resistencia. ¿Quién puede dañar a los que Dios ampara? —Muchos
que piensan prosperar en el pecado, son llamados, como Ocozías, cuando menos loesperan. Todo nos
advierte que busquemos al Señor mientras puede ser hallado.
CAPÍTULO II
Versículos 1—8. Elías divide el Jordán. 9—12. Elías llevado al cielo. 13—18. Eliseo manifestado como
sucesor de Elías. 19—25. Eliseo sana las aguas de Jericó—Destrucción de los que se burlan de Eliseo.
Vv. 1—8. El Señor hizo saber a Elías que su tiempo estaba cerca. Por tanto, fue a las diversas escuelasde
los profetas para darles sus últimas exhortaciones y su bendición. La partida de Elías es un tipo y figura de
la ascensión de Cristo, y la apertura del reino de los cielos a todos los creyentes. —Eliseo había seguido por
mucho tiempo a Elías y no lo iba a abandonar ahora que esperaba la bendición de su partida. Los que
siguen a Cristo no se queden cortos cansándose al final. —Las aguas delJordán, antes, cedieron ante el
arca; ahora, ante el manto del profeta, como señal de la presencia de Dios. Cuando Dios lleva al cielo a sus
fieles, la muerte es el Jordán que deben cruzar, y encuentran un camino por donde pasar. La muerte de
Cristo dividió las aguas para que pasen los redimidos del Señor. ¡Dónde está, oh, muerte, tu aguijón, el
daño que puedes hacer, tu terror?
Vv. 9—12. Esaplenitud de donde profetas y apóstoles obtuvieron su provisión, aún existe como antes, y
se nos dice que pidamos grandes porciones de ella. La asistencia diligente a Elías, particularmente en sus
últimas horas, sería el medio apropiado para que Eliseo obtuviese mucho de su espíritu. Las consolaciones
de los santos que parten, y sus experiencias, ayudan a dar brillo a nuestro consuelo y afortalecer nuestras
resoluciones. —Elías es llevado al cielo en un carro de fuego. Se puede hacer muchas preguntas sobre
esto, que no pueden ser contestadas. Baste con lo que se nos dice, lo que su Señor lo encontró haciendo
cuando vino. Él estaba comprometido en un serio discurso, exhortando e instruyendo a Eliseo sobre el reino
de Dios entre los hombres. Nos equivocamos si pensamos que la...
Regístrate para leer el documento completo.