Testigo Directo
Dicen que los gallegos sabemos mejor que nadie lo que significan palabras tan nuestras como morriña y saudade. Esos dos sentimientosacompañaban a la mayoría de personas que en la tarde de ayer arroparon a David Cal en su salida (por la puerta grande) del deporte español y que le ovacionaron de forma emocionadapor espacio superior al minuto cuando finalizó el acto institucional.
Situada en la parte norte de la Ría de Vigo, Cangas es una población que se ha hecho un hueco enel deporte gracias a sus deportistas olímpicos y también a su equipo de balonmano. Cal es el mejor embajador que ha tenido este municipio y por eso su alcalde José EnriqueSotelo no dudó al decir ayer que “Cangas estará a la altura de las circunstancias con David”. Algo ronda por su cabeza, pero evita dar más pistas.
A partir de ahora,los políticos gallegos impulsarán la candidatura de David Cal para que sea premiado con el próximo “Príncipe de Asturias” del deporte. El interesado, persona del que siemprese dijo que era tímido y extremadamente introvertido, se le ilumina la cara ante esa posibilidad de ver su nombre junto a los más grandes: “¡Claro que me gustaría! Pero esalgo que no depende de mí”.
Para David empezó ayer una nueva vida tras agradecer las muchas muestras de cariño recibidas por tantos y tantos deportistas españoles. EnBrasil, con nuevos proyectos y con otros deportistas que nunca serán como Cal, se quedó un Jesús Morlán con el que pasó muchísimas horas desde que competía al máximo nivel. Deese anonimato en el que tan a gusto se siente, volverá a salir el próximo mes de abril cuando reciba en Madrid el más que merecido homenaje del Comité Olímpico Español.
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