TEXTO CHARLIE Y LA FABRICA DE CHOCOLATE
/
SOLO
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El
señor
Bucket
acercó
a
sus
ojos
el
precioso
Billete
Dorado.
Sus
manos
temblaban
ligeramente,
y
parecía
estar
muy
emocionado.
Tomó
aliento
varias
veces.
Luego
se
aclaró
la
garganta
y
dijo:—Muy
bien,
lo
leeré.
Allá
va:
«¡Cordiales
saludos
para ti,
el
afortunado
descubridor
de
este
Billete
Dorado,
de
parte
del
señor
Willy
Wonka!
¡Estrecho
efusivamente
tu
mano!
¡Te
esperan
cosas
espléndidas!
¡Sorpresas
maravillosas!
De
momento,
te
invito
a
venir
a
mi
fábrica
y
a
ser
mi
huésped
durante
un
día entero
—tú
y
todos
los
demás
que
tengan
la
suerte
de
encontrar
mis
billetes
dorados—.
Yo,
Willy
Wonka,
te
conduciré
en
persona
por
mi
fábrica,
enseñándote
todo
lo
que
haya
que
ver,
y
luego,
cuando
llegue
la
hora
de
partir,
serás
escoltado
hasta
tu
casa por
una
procesión
de
grandes
camiones.
Puedo
prometerte
que
estos
camiones
estarán
cargados
de
deliciosos
comestibles
que
os
durarán
a
ti
y
a
tu
familia
muchos
años.
Si,
en
algún
momento,
se
te
acabasen
las
provisiones,
lo
único
que
tienes
que
hacer
es
volver
a
mi
fábrica
y
enseñar
este
Billete
Dorado,
y
yo
estaré
encantado
de
volver
a
llenar
tu
despensa
con
todo
lo
que
te
apetezca.
De
este
modo,
podrás
tener
la
despensa
llena
de
sabrosas
golosinas
durante
el
resto
de
tu
vida. Pero
esto
no
es,
de
ningún
modo,
lo
más
emocionante
que
ocurrirá
el
día
de
tu
visita.
Estoy
preparando
otras
sorpresas
que
serán
aún
más
maravillosas
y
fantásticas
para
ti
y
para
todos
mis
queridos
poseedores
de
Billetes
Dorados
—sorpresas
místicas y
maravillosas
que
te
extasiarán,
te
encantarán,
te
intrigarán,
te
asombrarán
y
te
maravillarán
más
allá
de
lo
imaginable—.
¡Ni
siquiera
en
tus
más
fantásticos
sueños
podrías
jamás
imaginar
que
te
ocurrirían
tales
cosas!
¡Espera
y
verás!
Y
ahora,
aquí
están
tus
instrucciones:
el
día
que
he
seleccionado
para
la
visita
es
el
primer
día
del
mes
de
febrero.
En
este
día,
y
ningún
otro,
deberás
presentarte
a
las
puertas
de
la
fábrica
a
las
diez
de
la
mañana.
¡No
llegues
tarde!
Y
puedes
traer
contigo a
uno
o
a
dos
miembros
de
tu
familia
para
que
cuiden
de
ti
y
se
aseguren
de
que
no
hagas
ninguna
travesura.
Una
cosa
más,
asegúrate
de
llevar
contigo
este
billete,
de
lo
contrario,
no
serás
admitido.
(Firmado)
WILLY
WONKA.»
—¡Allí
está
Violet
Beauregarde!
—oyó
que
alguien
exclamaba—.
¡Es
ella,
claro
que
sí!
¡Recuerdo
su
cara
de
los
periódicos!
—¿Y
sabes
una
cosa?
—gritó
alguien
en
respuesta—.
¡Aún
sigue
masticando
ese
espantoso
chicle
con
el
que
lleva
tres
meses!
...
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