Texto, El Asunto Del Cosmos
El tiempo que me toma mirar el firmamento provoca cientos de dudas en ese momento; si les describo ese pensamiento solo quizá entiendan mi sentimiento.
Me tumbo sobre lafértil pradera a la que llamo tierra, esperando plácidamente a que el crepúsculo derrumbe sobre mí sus pintorescos astros.
En cuanto poso mi vista sobre tan admirable lienzo converge laperplejidad hacia mí con la cual cuestiono al artista que plasmo tan bella obra en tan elegante papel.
Un mero vistazo, breve y sutil, solo puede presumir de una mano impecable, cuyo trabajo no poseedescuido alguno para alterar tan delicado equilibrio allí latente. Tan solo concebir semejante obra maestra provoca al observador un constante y agudo análisis en la búsqueda de respuestas, solo paraasimilar el pensamiento que quiso moldear el actor.
Al contemplar lo anterior en mi subconsciente, mientras aun sostengo la mirada hacia el cosmos, desgasto mi razón en el área de la ciencia paracomprender como de la nada surgió todo aquello que ahora admiro con detenimiento. De allí surge la silueta de toda materia “el átomo”; diversos gravados rebosan mi razón, aparto centenares de ellos y arrebatouno entre tantos el cual en su anverso afirma “el átomo”, en su inicio nombra los electrones (el exterior), protones y neutrones (interior).
Pero aun así me intriga la terminación y silencia laincertidumbre. En aquel momento percibo el reverso del vademécum el cual entre su opaca literatura distingo una sola palabra QUARKZ.
Al ojear tan admirable término la razón me deporta a mi remotoespacio, tumbado sobre el montículo inicial en el cual emprendió todo.
Levanto mi cuerpo de aquel lugar, erguido y dispuesto a partir, sacudo las moléculas polvorientas de mi indumentaria, observouna vez más el firmamento y me retiro de allí con una placida sonrisa exclamando hacia la soledad: “Tú, tienes agua, mares y estrellas, eres mi progenitor y yo tu simple descendiente, espero que algún...
Regístrate para leer el documento completo.