Texto narrativo: Un pueblo que no sé dónde queda

Un pueblo que no sé dónde queda
(Texto narrativo)


El camión se detuvo y supuse que habíamos llegado. Imaginábamelo lleno de árboles, plantas, arroyos,… el humo de la leña muestra de algúnculinarista asando algún trozo de carne no se hacía sentir. De pronto, Daniel, con su voz irónica, me llamó y confirmó lo que había pensado. Baja, este es el pueblo –dijo riéndose. Miré más sorprendido,pues no se parecía en nada a lo soñado ya que la noche anterior no pegué los ojos pensando en la belleza de este mundo lejano. Miré atolondrado alrededor buscando encontrar algo de mi imaginación, soloveía, a unos metros, unas montañas con algo de nieve, no muy lejanas por cierto, reitero. Un puñado de casas hacía de este lar lo que se llama un pueblo. Mis ojos a lo lejos solo divisaban un páramolleno de ichu y más a la distancia una cadena de montañas, algunas que otras pintadas sus cimas de blanco. ¿Pasa algo joven, se siente bien? –preguntó el chofer. No, no, nada –dije. No sabía que elencanto de su pueblo que tanto me había descrito antes de partir de Lima no se parecía en nada. Cogí la mochila y las maletas y avancé a lo que por esos tres días sería la covacha de descanso. Antesque caiga la tarde osé conocer algo más y caminé fuera de los límites de este gélido lugar. A unos metros observé una masa de azul o negro que oleaba suavemente. Me acerqué con cierto temor. Pues misancestros me hablaron tanto de las lagunas mágicas que cobran vida. Nunca pensé que aquellos relatos de mi infancia hayan calado tanto en mí. Miré con respeto sus aguas y la magia de sus colores en losque las aves con plena confianza se movían de un lado a otro. Aunque engullí mi saliva, me acerqué un poco más y miré atónito como si no existiéramos solamente ella y yo. Me sentí atrapado por lacalma de sus aguas como se movían. Los rayos del sol del ocaso hacían más especial su firmamento superficial. El viento helado raspaba mi rostro y hacíame sentir su fuerza en las alturas de las...