Texto Xala
Reflexiones de una niña en Senegal, Colombia o cualquier parte del mundo...
"Hágale caso a su papá mijita" le decía su mamá, "vea queél es el que nos da el techo y la comida". Que mas podía hacer que obedecer a las órdenes de su madre. Aunque, muy en el fondo, solo podía ver laimagen de su padre en los brazos de otra mujer, tan extraña, tan joven, tan hermosa, tan ajena. Pero no era lo único en lo que podía pensar, había tantascosas en su mente. ¿Será que algún día podría salir adelante? ¿Cómo haría para conseguir el dinero para su mamá y su hermanito? Quizás tendría queaceptar la oferta que le hizo el parcero la semana pasada, tendría que irse con el a vender drogas y a robarle a esos ricachones para levantarse laplatica que le hace falta. Así algún día podría abrirse de ese moridero. Entonces canto: "No mueres cuando te entierran, si no cuando te olvidan", con undolor en el alma, sintiéndose tan impotente y tan humillada, sintiendo un sabor mas amargo que el tinto de las mañanas. Pensó en su papá y en todaslas veces que no estuvo, pensó en todas las veces que él le pego a su mamá borracho en las noches y que ella no hizo nada porque "él es el que manda",pensó en todas las veces que su estómago vacío le impidió conciliar el sueño, pensó en el subsidio que los políticos les habían prometido y que nuncallego. "Más muertos para mi papá y para el gobierno no podemos estar" se dijo así misma y se hecho la bendición... Ya había tomado una decisión...
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