Textos beny (teatro) hakim bey
El dinero del siglo XXI es un caos. Su color verde está hecho para simbolizar la maldita fertilidad, su fecundidad contranatural -- la alquimia de la expropiación. Al trascender su propiatextualidad deviene pura representación; desde el principio, sin embargo, desde las primeras fichas de arcilla o monedas de hierro, el dinero no era ya nada sino deuda, nada sino ausencia.
Hacealgunos años todavía era posible ocupar una tercera posición en el mundo, un "ni esto, ni lo otro" de negación o astucia, un espacio de retirada;-- la desaparición como voluntad de poder.
Ahora hay unsólo mundo – el triunfante "fin de la Historia", fin del insoportable dolor de la imaginación -- una apoteosis de Social Darwinismo cibernético, en efecto. El dinero se decreta a sí mismo ley de laNaturaleza, y demanda para sí libertad absoluta. El dinero por sí mismo define la conciencia de nuestros tiempos. Completamente espiritualizado, liberado de su cuerpo obsoleto, se desplaza de tiempoen tiempo, obliterando el espacio circulando hacia la infinidad y la instantaneidad.
El dinero no está bajo el poder de una elite, más bien la elite está bajo el poder del dinero, como loslacayos humanos contratados por alguna entidad de Inteligencia Artificial de ciencia ficción en el ciberespacio. ¿Aparecerá algún tipo de limite, de manera que la burbuja estalle "por si misma"? ¿Se dirigeel capitalismo hacia la última recapitulación, a la crisis final que ha de acabar con todas las crisis?
En un sentido el Capitalismo parece volverse "inevitable" con la invención de la escasez,pero no existe de hecho ley natural alguna de la circulación y el intercambio, ninguna fatalidad histórica, ninguna destinada atomicidad de lo social, y ningún mundo unificado de la representación. Elcapitalismo existe pero no está sólo; la revolución es su otro. Y viceversa.
Federalismo proudhoniano basado sobre particularidades no-hegemónicas en una mutualidad "nomadológica" o rizomática de...
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