Textos
"La lectura y los niños".
Gustavo Martín Garzo (En El País, 23 de abril de 2000).
Todos estamos de acuerdo en que los niños lean, pero no sé si lo estamos tanto en cuándo deben empezar a hacerlo ni, sobre todo, por qué razón. Una de las grandes conquistas de nuestro tiempo ha sido sin duda la generalización de la enseñanza primaria. Gracias a ella los niños, no importa su raza,sexo o el estamento social a que pertenezcan, tienen la posibilidad de acceder a ese gran caudal de conocimientos y de experiencias que es la cultura de los pueblos. Es una tarea apenas iniciada. La enseñanza obligatoria ha sido un gran avance pero aún estamos lejos de haber resuelto con ella ese reto a que nos enfrentamos como padres y educadores, la transformación de los niños en personas humanaslibres, responsables de sus acciones y de sus proyectos. No hay duda de que la lectura es indisociable de este proyecto de honda raigambre ética. Insistimos tanto en que los niños deben leer porque creemos que leer es una de las vías más directas a ese elemento que, como el maná bíblico, puede hacernos más capaces y libres.
Pero leer no es sólo aprender a deletrear, a descifrar losdistintos signos gráficos que componen las páginas de las cartillas y los textos escolares. Leer es escuchar lo que guardan las palabras, y lo que pueden guardar son muchas cosas distintas, desde una información concreta -un nombre, un encargo- hasta ese balbuceo inasible del lenguaje de los místicos y de los amantes. Hay, por eso, muchos tipos de lectura. Podemos leer con un fin pragmático, adquirirciertos conocimientos, enterarnos de ciertos hechos; o con la determinación febril con que esos personajes inolvidables que fueron Alonso Quijano y Madame Bovary trataron de encontrar en los libros el acceso a una vida más plena y fecunda.
Por eso, si decimos que los niños deben leer es porque pensamos, como afirma Fernando Savater, que es bueno para ellos, para su propio bienestar. "La lecturatiene que ver con el deber ser, con el anhelo de una vida en que lo prodigioso y lo sorprendente coexistan con lo banal y lo cotidiano". Leer es así, para los niños, como cruzar ese Arco de los Leales Amadores descrito en el Amadís de Gaula, y alcanzar a través de él una realidad más verdadera que la que le rodea, donde pueda sentirse un ser humano completo, capaz de decidir y elegir por sucuenta. Es la promesa que contienen todos los cuentos, la de una autorrealización personal. Diversos estudios han demostrado su papel esencial en la formación del niño. Le informan de sus anhelos, de sus temores, pero también le dicen que una serie de sentimientos negativos (el odio, la rivalidad, la furia) no son sólo privativos de él, y que tal vez no podamos elegir lo que nos pasa, pero sí aprender areaccionar ante ello de una forma o de otra.
Por eso y aunque antes he dicho que hay muchos tipos de lecturas, creo que la verdadera es sólo aquella en que no perseguimos un fin definido, sino más bien exponernos, abrirnos a ese otro que somos. El niño quiere aprender, y necesita historias que le cuenten lo que es el mundo y lo que pasa en su interior, pero sobre todo que le hablen de loprodigioso, porque la verdadera vida es siempre indisociable de la espera y la realización del prodigio (...)
Hace unos años pusieron una hermosa serie por televisión que se llamaba El cuentacuentos. Recuerdo uno de esos episodios. Era el cuento de un gigante que en vez de corazón tenía un nido de avispas, y que sembraba la desolación por donde quiera que iba. Se encontraba con un niño, y éstedespués de servirle como criado lograba descubrir el escondite donde ocultaba su corazón. El gigante perdía su poder, y sus víctimas, vencido el hechizo que les había transformado en figuras de piedra, le daban la muerte. El cuentacuentos se preguntaba entonces si tal vez no hubiera sido mejor haberle dejado vivir. Hablaba incluso de otras versiones, en algunas de las cuales el niño devolvía al...
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