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TESTIMONIO DE VIDA
Fernando de Szyszlo
Testimonio de vida. Fernando de Szyszlo Muchas gracias, señor presidente, por otra prueba más de su generosidad para conmigo, ya en la exposición retrospectiva, tuvo usted unas palabras tan generosas que ciertamente no las he olvidado.
Lo que me pide usted es una cosa bastante complicada y
bastante amplia, es decir, una persona que tiene 86 años tieneuna
gran cantidad de recuerdos, una gran cantidad de experiencias, y
reunir y presentar eso para una persona modesta como soy yo es
una cosa delicada, no es fácil.
La memoria selecciona inconscientemente los recuerdos de los
años vividos, de las experiencias vividas de todo lo que uno ha
pasado en el tiempo que ha disfrutado de este regalo maravilloso
que es la vida. La memoria lo seleccionainconscientemente seguramente,
por si nos acordáramos de todo, llegaríamos al problema
del cuento de Borges en “Funes el memorioso” que recordar lo que
había hecho al día anterior le tomaba 24 horas, pero, trataré en lo
posible de transmitirle lo que esos 86 años maravillosos me han
dado.
Yo nací en Barranco como decía el presidente García, en 1925,
nací frente al mar, frente al océanoPacífico y esa presencia del mar
siempre ha estado en mí. Nací en una casa alquilada en la calle
Junín, en Barranco, que daba al mar y que tenía hasta bajada propia,
una bajada un poco peligrosa, pero bajada. Yo románticamente
cuando pude, cuando ya era una persona más que adulta, lo que
quería es que mis hijos tuvieran la misma dirección que yo, cuando
nací, entonces perseguía a este señor queera dueño de esa casa
Junín 325 Barranco, malecón que se llamaba “Pazos” me parece, lo
perseguí para que me vendiera y finalmente me lo vendió, y el arquitecto
Miguel Cruchaga diseñó una preciosa casa ahí, que solo la
aplastante presencia del tiempo pudo haber demolido y convertido
en un edificio de 8 o 9 pisos. Pero en fin, ese recuerdo del océano
Pacífico siempre quedó en mí, más aundespués, mucho después,
cuando Vicente mi hijo, Marisol Palacios, una actriz que era compañera
de mi hijo Lorenzo, yo esparcí las cenizas de mi hijo Lorenzo
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Instituto de Gobierno y de Gestión Pública
que había fallecido en un siniestro y culposo accidente de aviación
en Arequipa. Pero como le decía a alguien en ese momento cuando
paso, decía lo terrible es que es irreparable e inaceptablementeal
mismo tiempo. Son unas cosas que uno sabe cómo negociar y no
sabe cómo comprender. Un escritor francés decía “toda pregunta
quedará definitivamente sin respuesta”.
Mi infancia tuvo una salud endeble, yo era asmático, o sea que
me pasaba muchos días en la casa. En mi casa tuve la suerte de
que hubiera una magnifica biblioteca, la biblioteca de Abraham
Valdelomar de un lado, mi abuela ysu madre, vivía con nosotros, o
sea que ella trajo con ella toda la biblioteca de Valdelomar. Y de otro
lado la biblioteca de mi padre que era más del género científico, del
género naturalista, geográfico, etc.
En todo caso esa niñez endeble me hizo lector, me dio ese vicio
impune a la lectura. Comencé a leer desde muy niño. Leí Verne desde
niño, después Dumas, y después de Dumas ya saltas aliteraturas
de más categorías, a Balzac, Víctor Hugo, los grandes realistas
novelistas franceses, los rusos, etc. Y la poesía vino al costado
curiosamente porque no tenía tener yo tanta afición por la poesía,
porque Valdelomar escribió sonetos muy lindos, pero lo mejor de su
obra no es la poesía ciertamente. Pero desde muy niño me aficioné
a la poesía, y sigo siendo un lector apasionado depoesía, y en mi
pintura siempre ha estado presente la poesía, he hecho cuadros
sobre poemas quechua a la muerte del Inca Atahualpa, que tradujo
José María Arguedas tan maravillosamente hasta poemas de Saint
Your Pears, de Bécquer, de Vallejo, de Salem, de Sologuren.
La presencia de Valdelomar en mi casa paterna es indudable
que influyó gravemente en mí y a pesar de que yo nací 6 años...