the joneses
No deja de ser paradójico que en México esta película se haya estrenado con una campaña publicitaria diseñada científicamente para despistar. Con una ojeada al poster unosupone que se trata de una comedia romántica del montón y, a menos que la novia insista, pasa de largo para ver algo más atractivo. Tal vez los señores de la distribuidora tomaron en cuenta los malosresultados que tuvo The Joneses al estrenarse en Estados Unidos, donde recaudó sólo medio millón de dólares cuando había costado cinco, y por eso decidieron darle al público gato por liebre,vendiendo la opera prima de Derrick Borte como un subproducto de relleno.
Tampoco es que The Joneses sea una maravilla y el alemán Borte un diamante en bruto, pero sí se puede hablar de una cinta con unapremisa más o menos interesante, actuaciones mesuradas y buen ritmo. Sus objetivos críticos no llegan a cumplirse del todo. En ocasiones The Joneses se aproxima demasiado al didactismo de un after schoolspecial, esas películas hechas para la televisión gringa con fines moralizantes (“si tomas no manejes”, “las drogas destruyen”, “si quieres mantenerte fuerte y sano cuida lo que tienes en la mano”,etc.). Pese a sus obviedades, la cinta contiene momentos suficientes para justificar el precio de la renta en DVD, el boleto del cine sólo en miércoles o en la mañana que sale más barato. Hago laaclaración porque hay salas cinematográficas donde sí te la dejan cayetano -son las que terminan en VIP- y luego hay gente que me reclama.
Amor por contrato trata de los Jones, una familia modelo quellega a instalarse en un próspero suburbio norteamericano y que oculta un oscuro secreto. Si la película fuera de terror el secreto sería que son asesinos seriales, vampiros o caníbales. Pero no, laverdad es que los Jones son una familia falsa, un equipo de vendedores reclutados para presumir ante sus vecinos y compañeros de escuela lo más reciente en gadgets, autos, ropa, accesorios, videojuegos,...
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