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Falacias en el discurso político español

Desde sus orígenes, la lógica se ha interesado por el estudio de las falacias en el lenguaje. A esta rama de la lógica se le ha denominado ‘’lógica informal’’, y se encarga de analizar los argumentos aparentemente correctos. La vida cotidiana está plagada de falacias y sofismos que, frecuentemente, se traducen en malentendidos, ambigüedades eimprecisiones que consiguen engañar al receptor de una u otra manera, siempre usando la flexibilidad del lenguaje como arma. En nuestro día a día recibimos muchísimos sofismos, en forma de publicidad y, sobre todo, en los discursos políticos. Pero esto no es un tema de actualidad; desde hace muchos siglos, los letrados han recurrido a esta capacidad ambigua del lenguaje para introducir en sus discursoselementos que infringen el sentido común, con el fin de persuadir o debilitar al contrario. Por eso mismo, podríamos perfectamente comparar dos discursos, uno actual y otro del pasado siglo, y comprobar la existencia de falacias en ambos casos.
Empezaré con el más antiguo, pronunciado en 1961 por Nelson Mandela. En él, Nelson pide la modificación de la legislación para lograr así la igualdad dederechos entre la minoría blanca, que entonces gozaba de todas las comodidades, y la mayoría negra, pobre y enferma. En su discurso hace uso de algunas falacias con el fin de manipular al oyente y favorecer su posición política. Destacables, entre ellas, está la falacia ad nauseam, que consiste en la repetición constante de palabras o expresiones para reafirmar o destacar una idea. En estediscurso, Nelson Mandela abusa claramente de las palabras «blanco» y «rico», transmitiéndonos así una relación directa entre ambas ideas:
«El reproche de los africanos, ahora bien, es no solo que ellos son pobres y que los blancos son ricos, sino que las leyes, que están hechas por los blancos, están destinadas a preservar esta situación. Hay dos maneras de romper con la pobreza. La primera es medianteuna adecuada educación, y la segunda es adquirir una mayor profesionalidad de los propios trabajadores y de esta manera adquirir unos mayores salarios. Estas dos vías de salvación están deliberadamente cortadas por la legislación de los blancos. […] Existe la educación obligatoria para todos los blancos, y virtualmente sin coste alguno para sus padres, sean ricos o pobres. Las mismas condiciones nose adjudican a los niños africanos. A menudo, los niños africanos tienen que pagar más por su escolarización que los niños blancos. […] Por encima de todo, nosotros deseamos derechos políticos igualitarios, porque sin ellos, nuestras deficiencias serán permanentes. Sé que esto suena revolucionario para los blancos de este país, porque la mayoría de los votantes serán africanos. »
Además, esapreciable el matiz despectivo en la palabra blanco, entendido en el sentido de que en ningún momento del discurso pronuncia la palabra negro, sino ‘’africano’’.
En este discurso también se puede destacar la presencia de otra falacia muy usada, que consiste en descalificar la fuente: es decir, menospreciar los argumentos ajenos, ya sea por falta de autoridad del adversario, dudas sobre el origen dela información o, como en este caso, sobre la autenticidad de la misma. Así, en este fragmento del mismo discurso, se alude a esa duda para debilitar a la oposición:
«El gobierno a menudo responde a estas críticas diciendo que los africanos de Sudáfrica son mejores económicamente que cualquiera de los otros habitantes del resto de África. Yo desconozco si esta afirmación es correcta o no. »Por último, Nelson también comete la falacia de la causa cuestionable. Esta vez, se establecen relaciones de causa y efecto entre dos hechos que no tienen que tener una relación necesaria. Esto es debido a que, en la política, se suele rebajar la complejidad de las causas (que suelen ser, en sí mismas, complejas), para así reducir las opciones y quedarse con las más favorables para su postura:...