Three

Kyungsoo estaba de compras. Si señoras y señores, su madre lo había mandado a comprarle la solución a sus “problemas de mujeres” y el pobre no podía estar más avergonzado.
Rápidamente había entrado al pasillo de la sección femenina y tomó el primer paquete que divisó, saliendo a paso apresurado del pasillo. Tan rápido salió que llegando a la caja para realizar el pago choco con alguien. Elmandato de su madre cayó de sus manos y quedó a los pies de la persona con la que había chocado hace unos segundos. Genial, pensó.
¿Estás en tus días Kyungsoo? — Cuestionó Chanyeol a la vez que tomaba el paquete de toallas femeninas y las observaba con detalle. Soltó una estruendosa carcajada al notar el sonrojo que aparecía lentamente en las mejillas del pequeño.
¿Qué te crees imbécil? — Soltó elpequeño con los labios abultados y el ceño fruncido. Le quitó rápidamente el paquete de las manos a Chanyeol y siguió con su camino hacia la caja, para pagar y largarse de una buena vez del establecimiento.
La caja habilitada estaba demasiado lenta para el gusto de Kyungsoo. Una señora de 70 años compraba vino y conversaba con la cajera. La pobre muchacha tenía un semblante lleno de frustración,no podía echar a la señora así como así, mal que mal era una clienta. El pequeño de grandes ojos estaba pensando escapar con el mandato de su madre, llegar a su habitación y no salir más de ahí ¿Sería muy estúpido? Sus pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar carraspear al gigantón a sus espaldas.

Está muy lenta la fila, ¿No? —Hablo Park, con una media sonrisa en sus labios y una bolsa depapitas acomodada en su brazo. Kyungsoo se palmeó mentalmente por pensar en lo adorable que lucía Chanyeol con ropa casual, aunque con uniforme también lucía muy bien. Se palmeó mentalmente por segunda vez en menos de un minuto.
Lo sé, espero no ser tan lamentable cuando sea anciano como para tener que venir al Supermercado para poder hablar con alguien — Soltó frustrado, realmente no deseaba seruna carga para nadie. Chanyeol sonrió con ternura al notar que el pequeño abultaba sus labios de forma automática.
Kyungsoo sonrió al ver la forma en que el gigantón lo observaba. La anciana delante de él salió de la caja y él finalmente pudo avanzar para pagar. La muchacha pasó las toallas femeninas y aguantó una pequeña risita que amenazaba con salir de sus labios. No era común ver a unadolescente comprando toallas femeninas. Kyungsoo pagó y agradeció rápidamente a la cajera, tomó su bolsita transparente —Agradeció a Dios irónicamente, ahora todos sabrían que él estaba comprando toallas femeninas— y salió del establecimiento, sin despedirse de Chanyeol.
Park Chanyeol pensó en hablarle a Kyungsoo pero entendía que el pequeño saliera corriendo con un paquete de esos en sus manos.Caminó tranquilamente hasta la salida del Supermercado, abriendo el paquete de papitas que había comprado previamente y se disponía a caminar hasta su casa cuando vio algo que logró que sus ojos se abrieran en demasía, y logrando también que su paquete de papitas cayera al suelo, desparramándose por el lugar.
Kyungsoo en su carrera por llegar a su casa, fue atropellado por la bicicleta de un niño de 8años, logrando que terminara en el suelo con un rasmillón en su rodilla y la bolsa en mitad de la calle. El pequeño se burló de él y siguió su camino felizmente. Kyungsoo lo maldijo en voz baja y tiró levemente de su cabello, escuchando risas de las personas que pasaban por el lugar, solo atinó a esconder su cabeza entre sus rodillas y sollozar en un tono poco audible.
Bola de imbéciles — SusurróChanyeol, tomando la bolsa que se encontraba a unos pocos metros de su pequeño. Se acercó rápidamente hasta el más bajo y se arrodilló a su lado.
Todo está bien Kyungsoo, ven, levántate — Susurró amablemente, tratando de levantar los ánimos del indefenso chico que se encontraba a su lado. Kyungsoo levantó su rostro enrojecido y con rastro de lágrimas, encontrándose con una torpe y nerviosa...