Tianguis de las torres.

La autora hace una crónica bastante cruda acerca del tianguis de las Torres. El cual se encuentra sobre el eje 6 Sur en la Delegación Iztapalapa.
Con gran detalle retrata el día a día de este lugary de la gente que le da vida a este monstruo de la compra-venta de artículos de todo tipo, en su mayoría de dudosa procedencia. Las Torres de alta tensión (de ahí el nombre del lugar) sobre salen deentre un mar de lonas, es un lugar donde se pueden encontrar cosas imaginables, desde un lápiz hasta la más exótica de las mascotas.
Desnuda las entrañas de este lugar, los olores, los colores, lossabores y así mismo nos invita a conocer a la gente que camina entre sus venas. Gente que parece sacada de una película de Luis Buñuel, gente dura con necesidad, con hambre, con carencias, que la mismasituación en la que se encuentran los obliga a internarse en las fauces del monstruo de las Torres.
Pero también cuenta la realidad de muchos mexicanos, bien es sabido que la gente que menos tiene,desde tiempos remotos acostumbra a vestir, calzar y comer en los tianguis más populares de esta ciudad. La situación económica en la que se encuentra la clase media y baja del país, a fomentado elcrecimiento de estos mercados sobre ruedas, donde ya es clásico hacer el regateo de precios bajos con los comerciantes y a veces hasta el mismo trueque de algunos artículos: los aparadores de lastiendas de prestigio se vuelven una pequeña utopía para los que acostumbran mercar en los tianguis.
En una reflexión muy personal la autora se muestra con una actitud clasista y de desprecio hacia estelugar y su gente en su crónica resalta que no acostumbra visitar estos lugares y que su zona de confort es muy distinta a la de los protagonistas de su crónica. Proyecta a los lectores lo peor de estelugar, y no hace referencia a que también es un medio de supervivencia para muchos.
Una crónica dura, cruda real, y de verdadera reflexión, acerca de la realidad de muchos. Una autentica patada en...