Tiempo De Puñales

Páginas: 14 (3277 palabras) Publicado: 3 de enero de 2016
Tiempo de puñales, de Norberto Firpo

No hacía calor. Era apenas el hálito de un verano en acecho. Era la tarde del 12 de noviembre de 1953 y Sergio Kuperman había salido del hotel llevando en el bolsillo de su chaqueta un telegrama que hasta entonces había guardado entre sus cartas y recortes de periódicos. Estaba fechado en Salta el 12 de noviembre de 1951, es decir, exactamente dos añosatrás. Decía tan solo esto: "Tu hermano Sebastián ha muerto" ,y firmaba un compañero de Sebastián a quien él conocía.
Lo leyó otra vez y sonrió porque se le había ocurrido una magnífica idea. Cuidadosamente rompió un extremo del pape l- apenas lo necesa¬rio y de forma que pareciese accidental - para hacer desaparecer la constancia del año y que sólo se leyera "12 de noviembre de...".
Después anduvo unrato por el pueblo, un nostálgico pueblo de llanura, blanquecino y polvoriento aferrado como un viejo maniático a sus dolores tradicionales. El circo había llegado e instalado su carpa no muy lejos de ese esbelto edificio de cinco plantas, rodeado de frondoso parque, que era el hotel. ¡Cinco pisos! Era un edificio de dos cuerpos, algo realmente insólito en aquel escenario de adobes chatos,transitado de paisanos somnolientos y de gallinas y caballos flacos a medio calcinar.
Sergio Kuperman llegó al hotel a la hora de la cena. Compartía su cuarto del tercer piso con Leonardo Trauves, el trapecista, a quien encontró frente al espejo, luciendo ya sus mejores galas porque esa noche una residencia de las afueras le ofrecían una fiesta a los componentes de la troupe.
- ¿Todavía así? ¿Cuándo tevestís? Debemos bajar a comer y... 
- Ya mismo, ya mismo. Ocupáte de apurar a Ludmila, mientras. Trauves dio los toques finales a su moño.
- Voy para allá.
Y apenas lo hubo dejado solo, Sergio Kuperman hurgó en las valijas hasta dar con un tubo de somníferos, cuyo contenido reemplazó por dos analgésicos vulgares. Luego colocó el tubo en un compartimiento de la mesita de luz que mediaba entre las doscamas. Se vistió apresuradamen¬te y bajó.
Justamente debajo de su cuarto, en el segundo piso, se hospedaba Ludmila Pavlova, la ecuyère , una bonita muchacha de cabellos rubios y sonrisa fresca, grácil como una espiga y tan leve que a más de uno le pareció la materialización del candor. En las funciones irrumpía en la arena luciendo una ajustada malla de lentejuelas multicolores, montandogarbosamente un bien alimentado pony rojo. Además de poner en funcionamiento el ventrículo becqueriano del corazón de los hombres, Ludmila cumplía otra función (aunque no ya tan artística): era la amante de Eric Reagan.
Sergio Kuperman sabía que ella no concurriría a la fiesta de esa noche, precisamente porque el viejo Eric le había prohibido ir. Pero igualmente se mostró sorprendido cuando entró en lahabitación de Ludmila, que terminaba de arreglarse, y Trauves le adelantó:
- ¿Sabés que ella no viene?
Le fue fácil llegarse hasta el radiador de la calefacción y abrir al máximo la llave que permitía el acceso de calor.
- No, no iré. Estoy muy cansada.
De paso comprobó satisfecho que estaban todas las ventanas cerradas. Cenaron. Sergio Kuperman se levantó antes que los demás y se dirigió al hall deentrada. Con toda naturalidad simuló extraer cierta correspon¬dencia de su casillero, simuló leerla y, cuando advirtió que alguien se acercaba, hizo de cuentas que una gran aflicción acababa de aplastarlo. Trauves y Cordeiro, el tramoyista, no tardaron en participar de su abatimiento. Su angustia era tan evidente que muy pronto se convirtió en el eje de la rueda de la solidaridad y no del todoresignado soportó apretones de manos, palmoteos y frases de consuelo.
- Sebastián... ¡Pobre hermano!
En realidad, la seguridad de que todos, absolutamente todos, ignora¬ban que la muerte de su hermano había ocurrido dos años atrás, dio a Sergio Kuperman fuerzas suficientes para llevar adelante su tragedia. Por un momento tuvo una visión: se vio en un gran escenario, envuelto en sedas negras,...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • El puñal en la garganta
  • Familia Punal A
  • La familia punal a
  • Cruz el puñal
  • Puñalada Trapera
  • El puñal de misericordia
  • Tiempo
  • Tiempo

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS