Tierra de nadieee

Según el último censo mundial, hay en el mundo 6, 679, 532, 264 personas. Si bien la cifra aumenta en pocos segundos, resulta difícil y hasta imposible graficar esa cantidad inmensa de individuos.Más allá de razas, condiciones o etnias sigue siendo impensado comprender, al menos en forma consciente, cuantos seres habitamos este bendito planeta, llamado tierra.

Los amantes de las frases hechassuelen sentenciar con mas fe que certeza la equivocada y curiosa frase: "somos únicos e irrepetibles". ¿Cuánta verdad hay en esta afirmación? ¿Lo somos? ¿Es posible escapar a los mandatos que imponela cultura y formar modelos diversos, unos de otros? ¿Cuánto de verdad hay en esas palabras? ¿Somos capaces de soportar y cargar con la difícil misión de ser diferentes?

Suele ser difícilenfrentar a la propia voz, pelear con el alma. Nos deja exhaustos, sin ganas de seguir. Nada peor que cuando se desata una guerra interna, esas que convulsionan la cabeza, y nos hacen doler el corazón.Generalmente nada en claro sacamos de esa pelea, todo es contradicción. El cerebro pide, pero el cuerpo no dispone. Es ahí cuando necesitamos un alivio, una palabra, que logre calmar las tropas y darlerespiro al espíritu. Escenario favorable para que la duda se transforme en protagonista y la sinrazón mida sus mayores puntos de rating, iniciamos la novela del nunca acabar. Esa que, capítulo a capítulo,nos hace parar, estancarnos, pidiendo a cada paso una contraseña para continuar. ¿Qué quiero para mi vida? ¿Esto me sirve? ¿Me hace bien?

Tengo la certeza que mas allá de que las preguntas suelenhacer más daño, que darnos caricias al alma, suelen ser motores inevitables para la vida. Si bien el filo de un interrogante abre la piel, también perfora la cabeza, motivándonos a pensar, a buscarsalidas, a soñar, y muchas veces a generar un cambio.

Cambiar, sobresalir, mostrarse diferente, ser distinto, pueden ser conceptos vagos para muchos, abstractos, sin sentido, y al mismo tiempo...