Tio Tigre Y Tio Conejo 1
Una leyenda de Venezuela
A través de las Américas hay una gran abundancia de cuentos acerca del pequeño pero astuto Tío Conejo que siempre vence a su rival, el grande pero bobo Tío Tigre. Probablemente esas leyendas tienen su origen en cuentos creados por los obreros pobres que trabajaban en las haciendas y plantaciones ricas del siglo pasado. Veamos entonces, como TíoConejo sale victorioso otra vez.
Era el primer día de invierno, cuando Tío Conejo, sentado en su cocina, se sintió muy deprimido. El veía por la ventana que aunque había mucho sol, las ramas de los árboles estaban casi desnudas de hojas. Al mismo tiempo escuchaba angustiadamente el bramido feroz del viento que salía de su chimenea.
—¡Ay de mí!— gimió el conejo —¿Qué será de mí? ¿Cómo voy asobrevivir el invierno?
Todos los vecinos le habían comentado desde septiembre, que este invierno iba a ser uno de los más duros. Su amigo Mapache había acumulado y escondido muchas nueces y granos, y ahora descansaba en paz dentro de su casa. Oso tenía un abrigo grueso de piel para no sentir el frío, y además, durante la temporada invernal dormía a gusto al fondo de su cueva oscura. Pero Tío Conejo nose había preparado de ninguna manera. En efecto, él se había burlado de los demás mientras hacían los preparativos.
—El trabajo es para los bobos— siempre decía Tío Conejo riéndose.
Ahora, aunque no lo iba a admitir ante sus vecinos, se había equivocado. En la despensa había dos recipientes de pepinos, nada más.
¿Cómo aguantaré el frío sin ni siquiera un suéter para taparme?— se preocupaba —¿Cómoencontraré comida cuando esté nevando? \Ay\ ¡Me moriré de hambre!
Al poco rato salió de su casa para caminar y pensar en su situación lamentable. No le ayudaba que el viento frío lo hiciera estremecerse casi en seguida. Sin embargo, de repente debajo de un roble retorcido vio algo de muchos colores. Tío Conejo se acercó con curiosidad y descubrió que era un abrigo hecho de lana de buena calidad.Era azul con adornos verdes, amarillos y morados, y con capucha y botones elegantes. El miraba a todos lados buscando al dueño del hermoso abrigo, pero no vio a nadie. Finalmente se lo puso, volvió a la vereda y siguió caminando. Ahora sonreía contento y hasta silbaba porque el abrigo le había quedado perfecto.
—Un problema está resuelto - ¡y fue fácil!— pensó él, —tengo suerte y soy listo...ahora - que hacer acerca del problema de la comida...
Estaba tan perdido en sus pensamientos, que saltó sorprendido cuando Tío Tigre apareció en el camino y le gritó —Tío Conejo, ¡qué lindo abrigo tienes! ¿Dónde lo conseguiste?
Al conejo se le ocurrió decirle —¿Este abrigo? Pues, yo lo tejí — Le contestó con indiferencia, dando una vuelta para mostrar mejor su hermoso abrigo.
—¿Tú sabes tejer?—preguntó Tío Tigre incrédulo.
—¡Claro que sí!— dijo el conejo. —Paso todas las noches tejiendo en mi casa. ¡Me encanta tejer!
Tío Tigre miró con anhelo el abrigo y pensó en el frío del invierno.
—Conejo, ¿podrías hacerme un abrigo azul también? Te pago lo que quieras.
El conejo pareció considerar la oferta, y luego contestó —Pues mi problema no es el dinero, sino que si yo te tejo un abrigo igual deelegante como el mío, no tendré tiempo para ir de compras, ni cocinar mis comidas. Así que ... lo siento mucho, pero no te puedo ayudar.
El conejo se pusó la capucha y fingió irse.
—¡No, no, no! ¡Espera!— gritó el tigre —¡Yo puedo hacer tus compras y cocinar tus comidas!
—¿Y también traerás la lana que tú deseas?— preguntó el conejo.
—¡Sí! No hay problema. Te traeré lana azul y haré comidas muysabrosas mientras tejes— le contestó el tigre, imaginándose caminar por el centro con su lindo abrigo azul.
—Muy bien— dijo Tío Conejo —Mariana me traes la lana y ya mismo podremos empezar.
Al día siguiente Tío Tigre llegó a la puerta de Tío Conejo con un montón de lana azul de la mejor calidad en sus brazos. El conejo lo recibió, tomó la lana y lo mandó al mercado para comprar la comida. Luego...
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