tirano y victimas

CLAUDIO ÁLVAREZ
TIRANO
Y
VÍCTIMAS



EDITORIAL VOLUNTAD MÉXICO. D.F.

CLAUDIO ÁLVAREZ

TIRANO
Y
VÍCTIMAS

Prólogo
De
Eligio P. Cartagena

EDITORIAL VOLUNTAD
APARTADO POSTAl 9083 MÉXICO, D.F.
1938
Claudio Álvarez presenta en esta obra su fuerte personalidad como escritor de recia envergadura; sereno y justiciero examina la situación legal de un régimen; condena y fustigalas injusticias.
No dudamos que sabrá captarse las simpatías del público por la virilidad de su obra en esta hora de traiciones y vilezas.
Juzgué al lector, desapasionadamente esta obra que la Editorial Voluntad se complace en presentar.

ÍNDICE
Prólogo…………………………………………………………………………………………………………………………………..*
Capítulo primero – Las primeras noticas………………………………..……………………………………….……….1
Capítulosegundo – Defensa del clero …………………………………………………………………………….……….9
Capítulo tercero – LA muerte del padre Camo………………………………………………………………………..20
Capítulo cuarto – Proposición criminal ………………………………………………………………………..…………29
Capítulo quinto – José Ramírez …………………………………………………………………………………..…………..37
Capítulo sexto – De viaje hacia Acultzingo …………………………………………………………………..………….43
Capítulo séptimo – La visita deJosé …………………………………………………………………………..……………56
Capítulo octavo – El atentado …………………………………………………………………………………..…………….65
Capítulo noveno – muerte del padre Darío Acosta………………………………………………………………….72
Capítulo décimo – La orden de retirada …………………………………………………………………………………..89
Capítulo undécimo – El destierro ……………………………………………………………………………..…………….101
Capítulo duodécimo – Laacusación…….…………………………………………………………………………………..111
Biografía del Presbítero José de Jesús Camo…………………………………………………………………………….119
Epílogo……………………………………………….……………………………………………………………………………………120



PRÓLOGO
¡SANGRE! ¡SANGRE! ¡SANGRE!
Estoy excitado, nervioso, colérico, indignado. Las miserias humanas me exasperan; la villanía de los incrédulos me aterra; la estulticia de los verdugos me irrita y la pasividad de un pueblo me impacienta. Urge acabar con losverdugos, arrasar a los incrédulos, revivir a un pueblo, cantar victoria. Conviene olvidar las complacencias, decir verdades, señalar errores, condenar vilezas. No hay que tener misericordia, anhelo el exterminio, me deleitan las hecatombes, me extasían los charcos de sangre. En fin, existe dentro de mi alma una mezcolanza de sentimientos que a veces me hacen llorar y a veces me obligan a levantarmefrenético, colérico, indignado, gritando: Malditos, malditos, malditos los tiranos.
¿Quién ha producido en mí semejante estado de ánimo? ¿Quién despertó, nuevamente, en mi ego recóndito la rebeldía de mi vida? ¡Ah!, un libro de autor no conocido, uno que se recomienda por sí solo, un libro que trata de sangre, de lucha, de muerte, de incendios… Es un libro escrito en el destierro por CLAUDIOÁLVAREZ, pero con tanta fuerza, con tanto valor, con tanta verdad, con tanta alma mexicana, que no dudo que el autor haya vivido lo que describe. Pero estampemos, estampemos nuestros sentimientos producidos por la lectura de tan desgarrador libro.
El pueblo católico de México, de mi patria adorada, ha derramado sangre, ha llorado sangre, se ha tonificado con sangre. Y, la sangre fecundiza, cuando ellaproviene del corazón; eleva, cuando ella es derramada por un ideal sublime; eterniza, cuando ella sirve para fortalecer las conciencias y avivar los espíritus.
He aquí por qué yo, modestamente, trato de escribir, con sangre, con sangre heroica, con sangre católica.
Escribo, porque el libro que prólogo, es uno cuyas páginas están manchadas de sangre y cuya lectura ha de arrancar lágrimas alencontrarse con el desgarramiento de flores cristianas tronchadas en plenitud de la vida. Un libro que, a no dudarlo, sabrá poner de manifiesto que esta tierra privilegiada por las plantas de María de Guadalupe, se sabe vivir y se sabe morir en un arranque de heroísmo supremo de espiritualidad.
Nadie dejará de conmoverse ante la lectura del libro titulado...