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Educación – Postmodernidad: Una tensión compleja
La relación educación - postmodernidad ha sido objeto de estudio y reflexión desde diferentes perspectivas en estos años. La complejidad de esta relación viene dada en parte porque ambas se inscriben en un contexto de cambios socioculturales profundo y sobre todo, por la incidencia que tiene en el horizonte de sentido de los sujetos, de losgrupos humanos que conforman la sociedad: en su modo de entender el mundo, de entender la vida, de entenderse así mismos, de entender lo político, lo social, y a la naturaleza misma.
En este marco, la educación entonces se ha convertido en una plataforma fácil para que los postulados de la postmodernidad se afirmen, para que fortalezcan su arraigo y produzcan lógicas y sentidos que determinan el modode ejercer el poder en educación, el tipo de currículo que se va a impulsar, los valores y las relaciones que se van a establecer dentro y fuera de los espacios socioeducativos, los modos de participación y la toma de decisiones, así como la visión sobre la historia, el presente y el futuro.
La complejidad de esta tensión se vuelve más difícil para educadoras y educadores al constatar que lapostmodernidad, según Vattimo (1994), no permite disponer de criterio alguno para discernir las injusticias sociales. Su influencia ha fortalecido el carácter excluyente y ha debilitado durante siglos, la poca articulación con la realidad que ha presentado la educación. Es éste uno de los factores que ha motiva la lucha por la superación de una educación acrítica y descomprometida que se resiste alcambio, que se niega a establecer ruptura con prácticas conservadoras que relega la equidad y la humanización de las instituciones y de la sociedad.
La educación se ha manifestado débil también para encauzar con inteligencia la depresión y la duda que aporta la postmodernidad al crear según Urdanibia (1994), actitudes y situaciones caracterizadas por la incertidumbre, el escepticismo, ladiscontinuidad y la fragmentación.
Esta fragmentación se hace visible en la carencia de visión global de los fenómenos socioeducativos. Se evidencia también en la actuación individualista que niega las comunidades de aprendizaje demandadas por la sociedad del conocimiento y de la información a la que se abren este nuevo milenio.
2. Postmodernidad: ¿Oportunidad para el ámbito de la educación?
Podríamospecar de simplistas si al mirar analíticamente la relación educación – postmodernidad nos situáramos sólo en su lado débil y preocupante. Según Hargreaves (1996), la condición postmoderna es compleja, paradójica y controvertida pero al mismo tiempo es significativa para la educación. Esta significatividad viene dada porque exige la puesta en acción de nuevas capacidades, habilidades múltiples,nuevas destrezas, nuevas perspectivas para la comprensión y actuación en un contexto de crisis, de transformaciones violentas y contradictorias.
En esa misma dirección Prats – Ramírez (2000), plantea que el dilema de la educación– postmodernidad debe ser asumido por todos los miembros de la comunidad educativa, autoridades, madres, padres, maestros/as porque es una realidad de la que podemosrenegar, pero en ningún cano negar, su presencia es patente entre nosotros. En esta perspectiva cabe reflexionar e investigar desde la práctica cotidiana los aportes que para la constitución de ciudadanas y ciudadanos situadas/os está implicando la revitalización de las identidades locales y regionales y su repercusión en los sistemas de conocimientos y de creencias de los sujetos.
Del mismo modo esimportante valorar la recuperación de la subjetividad con toda su potencialidad y complejidad sin perder de vista lo que puede haber de contradictorio y conflictivo en este campo. Asumir la subjetividad como oportunidad pasa por el reconocimiento de la persona como una totalidad. Pasa por el reconocimiento de colectivos que producen sentidos y prácticas que favorecen la constitución de sujetos...