To the wonder

TO THE WONDER (2013) – Terrence Malick
Crítica, por Bruno Gaeta



El amor nos ama. Es simple. El amor está ahí para ser tomado, la fe está para ser sentida. ¿Qué nos detiene?
El enigmático –por momentos hermético- realizador Terrence Malick junto a su ojo derecho, el cinefotógrafo mexicano Emmanuel Lubezki, se sirven de la historia de amor y desamor del americano Neil y su amantefrancesa, Marina, así como del sacerdote que lucha por conservar la fé en dios, ofreciéndonos una experiencia sensorial y espiritual que cala en el espectador.
A diferencia de los apantalladores filmes – valga la redundancia- que abundan en las salas de cine, To the wonder es, afortunadamente, esa clase de películas que crecen en uno al pasar los días.

Destaco que este es el primer filme de Malickde época actual, se agradece en este sentido la inclusión de elementos contemporáneos con fines expresivos, tal es el caso del uso de Skype como elemento dramático, o al inicio del filme la efímera grabación en el celular de Neil mientras el jugueteo amoroso en el tren.
A diferencia de sus anteriores trabajos, a los que dedicaba varios años de elaboración y maduración, de su anterior film: Elárbol de la vida a To the Wonder, sólo dejo pasar un par de años.
Además no se filmó con un guión definido y rígido, sino que la improvisación fue su método de trabajo a nivel fotográfico y a nivel actoral – los actores vivieron a sus personajes, pero no hubo ni diálogos ni acciones premeditadas y ensayadas-.
La película posee pues una espontaneidad única que está atribuida parcialmente a estosfactores.

To the wonder, a la maravilla: desde el titulo, el filme instaura una búsqueda (“to the…”), implica que algo no está, los personajes no lo tienen y lo buscan buscan.
Es una película que podría catalogarse como “romántica” o de amor. No obstante el filme, al igual que sus encuadres que buscan y evaden a los personajes, se busca si mismo en ese sentido. Es una película que quiere serde amor, quiere al igual que sus personajes, vivir en el amor.
Sus recurrentes planos de amor idílico: la fotogénica Marine correteando y bailando por los prados al atardecer, infinitos besos y caricias, la sensual voz en off de Olga Kurylenko, la fotografía de ensueño…
Todo está dado para que el amor florezca y reverdezca. Sin embargo este no logra consolidarse. En su lugar sólo quedandesencuentros, iryvenires emocionales, dudas que los carcomen.
Esta idea está llevada a la pantalla con maestría: aún en los abrazos y en las escenas románticas, los encuadres fragmentan a los personajes, vemos a ella o a él, la cámara y el montaje acelerado se esfuerza por enfatizar esta no permanencia del amor: salvo pocas excepciones los planos no duran más que pocos segundos, el montaje inquietanteno da respiros, descartando por completo la idea de un amor seguro, un amor estable; en otras palabras, en el momento en que el plano se decide a mostrarlos gozando del amor, el montaje corta enfatizando la inestabilidad.

Ella siendo besada por una boca, unas manos casi anónimas que la acarician, la representación emocional es hiper-fragmentada, raro –sino nulo- es el plano que los muestrejuntos: uno ama, el otro no se sabe, uno está el otro no.

En este sentido cabe destacar el elemento del lodo como símbolo. En “la luna de miel” del comienzo, en una de las cuantas escenas de jugueteo amoroso, los personajes visitan un castillo en la isla St Michel, Francia. Corren, ríen, luego comienzan a caminar sobre una suerte de arena movediza, en este primer momento la inestabilidad del lodono es más que un juego, es decir, lo inseguro y dudoso en la relación es parte del atractivo, es parte de lo nuevo que es desconocido y por lo tanto excitante. Juegan con la duda y con el misterio.
Sin embargo, más adelante en la película los terrenos inestables por los que transitarán los personajes ya no se presentan de manera tan lúdica: en el pueblo donde vive el personaje, aumentan los...