Todo é silencio - Personaxes

PERSONAJES
Mariscal: Tomás Brancana, también conocido como el Deán o el Patrón, es el jefe de todo cuanto sucede en Brétema al margen de los límites marcados. Con la planta de un gentleman —siempre con guantes que cubren las intrigantes quemaduras de sus manos—, no necesita alzar la voz para infundir un respeto reverencial, un cierto temor a su alrededor. Su pasado es oscuro, aunque se diceque durante su juventud se dedicó al estraperlo y aun a algo más arriesgado, relacionado con emigrantes y camiones cisterna. De su paso por el seminario guarda la costumbre de citar la Biblia en latín, aunque su moral se rige por reglas propias que añoran los tiempos de John Wayne en los que había libertad «para ganarse la vida con nuestras propias manos».
Carburo: inseparable guardaespaldas deMariscal, aunque «nadie utilizaba esa palabra, la de guardaespaldas. El Vicario. Palo Mandado. El Matachín. Eso era. Había trabajado un tiempo de carnicero. Y él utilizaba ese dato en su historial, cuando era necesario, con una autoestima muy convincente». Hombre de pocas palabras, tiene siempre un gesto serio en el rostro, amenazador.
Brinco: Víctor Rumbo, conocido como Brinco, es un muchachoimpulsivo, arrogante, ambicioso —«Si eres pobre mucho tiempo, acabas cagando blanco como las gaviotas»— y lleno de rabia. Temperamental como es, «siempre tuvo esa cosa. A los que quería, los quería mucho. Y así atraía a los raritos, como Chelín o Belvís. Eso sí, a los que odiaba, los odiaba a muerte». Aun siendo amigo de Fins y Leda, Brinco va por libre, un aprendiz de capo vinculado desde lainfancia al Patrón con una relación de admiración que también deja espacio para el rencor.
Rumbo: el padre de Brinco regenta el bar posada Ultramar y el anexo salón-cinema París-Brétema, ambos propiedad de Mariscal. Como él, Quique Rumbo es un amante de los western —«No hay como John Wayne. Con Wayne y un caballo. Con eso haces una película. No hace falta chica ni nada»— además de «un hombre derecursos», un comerciante nato que tan pronto vende tabaco o licor como ataúdes, si es eso lo que el mar arrastra hasta la orilla.
Lucho Malpica: pescador en horas bajas, hace de Cristo —«Un Cristo de primera. ¡Un Cristo de Zurbarán!»— en la procesión que recorre Brétema el Viernes Santo. «Malpica era un culo inquieto. Ardía con la prisa. Y valiente, con las tripas en la mano.» Lleva más de un mes sinpoder salir a faenar y eso le está matando: «El mejor marinero, sí, señor. Stricto sensu. Y el más testarudo. ¡El más tonto!», dirá Mariscal.
Fins: a Félix Malpica sus amigos le llaman Fins. Más sereno y tranquilo que Brinco, el hijo de Lucho y Amparo es «más parecido a la madre. Más apocado. Tenía días, claro. Aquí el que más y el que menos tenemos mareas vivas y mareas muertas. Y él tenía esosdías de pasmarote, que quedaba parado. Ensimismado, en silencio.» O perdido en sus «ausencias», esas de las que su madre le recuerda que no debe hablar a nadie. Fins se deja llevar por Brinco y por Leda.
Leda Hortas: Leda es la libertad —«Anda suelta de más. Hasta le gusta andar descalza. Parece una gitana», dirá la madre de Fins—. Amiga de ambos, Leda tan pronto arrastra a éste como sigue aBrinco en sus andanzas, en busca de nuevos tesoros que haya traído el mar o se escondan en la prohibida Escuela de los Indianos; a Fins «siempre le parecía que sus pies se hundían en la arena más que los de ella. Ella no se hundía, se apoyaba en la arena. Sobre todo cuando tenía un objetivo. Un destino». Su otro nombre es Nove Lúas, aunque acabará siendo la Nuova Giulietta, la dama de losnaufragios, y conservará con el paso de los años el mismo ánimo valiente que tanto admiraba Fins Malpica.
Chelín: su padre era zahorí, todos los pozos de Brétema los señaló él, «con las varas o con el péndulo. Hay gente así, que ve en lo oculto. Con poderes magnéticos». Y ahora es Chelín Balboa quien recorre los caminos o se adentra en la Escuela de los Indianos con la bala de fusil colgando al extremo...