Todo almaraz.

La obra completa de Sergio Almaraz ha sido reeditada en una edición clásica. Plural es la responsable…

Todo Almaraz.

por: Diana González Ossio

1968. Barrientos fue un ser amañado y de liviandad absoluta. Irresoluto, se las arregló para en su período de gobierno militar, lanzar por la borda del desatino, la poca de coherencia que todavía le quedaba pegada al uniforme.
¿Cómo podíaBolivia soportar el vejamen de mirar el día a día de su presidente, sobrevolando las miserias cotidianas en su helicóptero de película, alzando chicas al vuelo, saturado de chicha y cerveza, galardonado por enésima vez por la proeza de “vender” su país hecho jirones a trasnacionales cada vez más astutas?
Sergio Almaraz no lo podía entender. A sabiendas además de que el silogismo era bien simple: elpaís tenía riquezas susceptibles de ser negociadas, luego, el país hacía el negocio y conclusión: todos eran felices con sus frutos. Pero esa simplicidad no iba bien con el carácter entreguista, clientelista y abusador de este general que además con su barullo incidió en la división de la izquierda boliviana, diluyendo en esa dispersión la propuesta que Almaraz subrayó como tema de vida (¿omuerte?) y que hoy es el eje mayor del enunciado del gobierno del presidente Morales: la defensa de los recursos naturales.
Ciertamente uno de los grandes méritos de Sergio Almaraz fue la de proponer una plataforma común para aglutinar las propuestas de izquierda fraccionadas por su propia incoherencia y luego por los malísimos hábitos de este generalote que no hacía sino desquiciar a la poca deintelectuales que además también peleaban entre sí al tratar de solucionar el desmoronamiento de un país en quiebre, consiguiendo al fin, tras una tenaz lucha, lograr formar una plataforma de izquierda que dio origen a los gobiernos de los militares progresistas de Ovando y Torres, humanistas y tan distintos al del tarateño y, de lograr realizar el sueño más caro de Almaraz: la nacionalizaciónde la Gulf, la Mina Matilde y la South Placers y de refilón, la aceleración de la construcción de la empresa de fundición de Vinto.
¿Visionario? Probablemente. Almaraz sin embargo fue mucho más que eso.
Sergio Almaraz era un alma noble. Dócil de cuerpo y espíritu, iba como a expensas del viento a buscar a su destino que, inexorablemente, lo llevaba a las arengas doctrinales; a los discursossociales, conducido siempre por su sino y casi arrastrado por los idus que lo convocaban por la intensidad de un gran amor por la patria y los suyos. También, a la par de lúcido y febril no solo era de la izquierda, sino razonador y por ende muy lógico, además de apasionado, tanto que fue muy difícil y luego imposible que así como era, siguiese siendo parte de la vida “orgánica” del PIR y del PCB, partidos que finalmente lo expulsaron por no” pensar igual” que los otros militantes. Lo acusaron de desviacionismo pequeño burgués y en vez de unirse a él en su “revisionismo práctico y doctrinal” más bien lo calificaron de neohumanista liberal, pero, él no alteró su discurso que se convirtió en un “modo de operar” latente y diario: la defensa y recuperación de los recursos naturales, queluego se convirtieron en certeza y profunda convicción de otros que como él, no fustigan al país con las consignas “celulares y orgánicas” del marxismo leninista cocinadas en la Unión Soviética – tan distante y tan ajena - proclamadoras de slogans como la que la lucha de clases y el proletariado es la única clase revolucionaria y de que ella acabará con la susodicha lucha de clases … y desde luegollegan a ser ministros de Ovando, cuando este hace realidad lo que tanto había esperanzado a Sergio Almaraz. René Zabaleta Mercado, Marcelo Quiroga Santa Cruz, Augusto Céspedes, Mariano Baptista Gumucio, José Ortiz y Alberto Bailey los amigos incondicionales que conforman una intelectualidad distinta. De intelecto claro y objetivo capaz de hilar un discurso directo y de a futuro.
Pero es...