Todo y sin embargo nada

“Todo para mi, y sin embargo, nada”

Gabriel García Márquez dijo alguna vez que uno era feliz gracias a un sortilegio del corazón, que permitía que en la memoria solo quedaran las cosas buenas yolvidáramos las malas y que gracias a eso podíamos sobrevivir. Algo de aquello debe ser cierto, o debería serlo. El cuento de la “Muñeca Reina” de Carlos Fuentes lo demuestra, o al menos refuerza laidea, quizá hasta un punto macabro.

Quizá el mayor valor que sostiene es que la honestidad es importante, pero no necesaria, por ese sortilegio del que habla el otro escritor latinoamericano. Lo quela convierte también en un anti-valor, basada solo en la percepción de la realidad que puede tener muchas caras.

Como saber quien era más honesto. ¿Los padres acaso? Defender la vanidad deinmortalizar la belleza de su niña en una caja mortuoria. O quizá, simplemente permitir que la memoria de la inocencia no se perdiera. La misma inocencia de esas letras aniñadas de Amilamia llenas de faltasde ortografía. ¿Quién podría decir que la actuación de los viejos es correcta? ¿Quién podría decir que es incorrecta?

Sucede que la realidad, y por ello la honestidad depende de quien observe. ¿Unpez dentro de una bolsa de agua cuando es cambiado de pecera mira la misma realidad que usted que lee este texto? Pero no por ello, lo que el pez mira deja de ser real.

El niño también presenta unanti valor –o valor- al abandonar a su suerte a esa niña. El ha aprendido de ella que no está solo, sin embargo, envidioso de su propio mundo que se construía a pasos apresurados desde las hojas de suslibros fantásticos la deja a ella sola. A pesar de que ahora, 14 años más tarde la recuerda estática, como en fotografías, aún llorando debajo de los arboles para atraer su atención. “Todo para mi,y sin embargo, nada” dice en una frase perdida el autor que resume todo esto.

Quizá lo que lo lleve primero a buscar la casa de la que habla la nota y luego a mentir –otro anti valor si nos...