Todo.

Más de medio siglo después de la publicación de Piedra de Sol, el largo poema del mexicano Octavio Paz (1914-1998), sigue deslumbrando y llamando la atención a lectores y críticos. Considerado yaunánimemente como pieza inexcusable de las letras hispanas del siglo XX, al margen de los gustos de los numerosos detractores y seguidores, Piedra de Sol ha entrado hace ya bastante tiempo a formar partede nuestra más brillante historia de la literatura reciente, siendo un referente histórico, encuadrado en un lugar y enmarcado en un tiempo determinados, de la poesía hispanoamericana y en concreto dela mexicana, y de una amalgama singular entre la tradición y la vanguardia que no deja indiferente a nadie. De hecho es un poema que pretende trascender cualquier encasillamiento en el tiempo,cualquier eventualidad de las modas y los estilos (aunque, como podemos imaginar, esto es imposible a cualquier objeto artístico, siempre sujeto a las raíces históricas que le atan desde la misma lógica dela creación, recepción, el modo de producción desde el que ha sido concebido, la ideología que lo sustenta, etc.).

En general, la obra de Octavio Paz fue y sigue siendo un manantial de críticas —enun sentido y otro— aunque, sin lugar a dudas, no se trata de críticas injustificadas o arbitrarias sino que adquieren ese valor seguro de una obra alabada y consagrada tras la consecución por partede su autor del Premio Nobel en 1990. Se ha escrito mucho sobre la obra de Octavio Paz y Piedra de Sol ha ocupado un lugar importante en los repertorios bibliográficos sobre el conjunto de sutrayectoria humanística, despertando la curiosidad de críticos y lectores de manera hoy ya casi inabarcable, por la ingente cantidad de textos que supone, pero —en palabras del Premio Cervantes 2009 JoséEmilio Pacheco, ver la extraordinaria y elogiosa reseña que le dedica en http://www.proceso.com.mx/?p=276971 [consultada el 21 de agosto de 2012]— hasta ahora sólo este libro, El surrealismo de Piedra...