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Adam Smith osciló entre la aceptación de esta teoría y la teoría delvalor-trabajo. David Ricardo intentó salvar la teoría del valor por tiempo de trabajo explicando que las ganancias y las rentas eran deducciones del porcentaje destinado a salarios, pero finalmente terminaríaaceptando como "excepcional" (sin explicarla) una situación que luego se demostraría como regla: que la igualación de las tasas de beneficio lleva a que un cambio en el capital invertido no reduce elporcentaje destinado a salarios sino que aumenta el valor total del bien.
John Stuart Mill daría por aceptada la teoría del valor como costos de producción, y representaría la culmine de la economíapolítica clásica que se convertiría en el paradigma dominante hasta fines del siglo XIX. Ésta sería enfrentada parcialmente por Karl Marx en un nuevo intento de revivir la teoría del valor trabajomediante fundamentos análogos propios de la economía clásica (en ésta encontraría la mejor explicación de la sociedad mercantil pero a la vez también del inevitable colapso del capitalismo del cual seríacorolario, ya que las correctas premisas de la economía clásica sobre la competencia implicarían una tendencia decreciente de la tasa de beneficio y una crisis de sobreproducción por una reducción delos salarios). La teoría marxiana, sin embargo, chocaría nuevamente con el problema de la relación entre la igualación de las tasas de beneficio y las variaciones de los precios resultantes en relacióncon la proporción del capital fijo invertido, que permanecería irresuelto hasta el presente (el debate sobre su solución continúa al día de hoy entre las diferentes corrientes de economistas...
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