Todo.!
El progreso y las nuevas tecnologías han llevado a nuestros jóvenes a sedentarizarse y, en muchos casos, a limitar su foco de interés a una pantalla.
A nadie se leescapa que el periodo de la adolescencia es crucial para nuestros hijos, porque las experiencias e influencias recibidas durante esos años determinan en gran medida el futuro inmediato: losprimeros pasos como adultos. En este contexto, la televisión se ha convertido, junto a Internet y los móviles, en un riesgo patente para la capacidad de atención y aprendizaje de losadolescentes de cara a su futuro más inmediato. Estudios recientes señalan que más de tres horas diarias viendo la televisión, concretamente, aumentan notablemente este riesgo. La razón essencilla: la concentración y la capacidad cognoscitiva no son cualidades innatas, sino potenciales que deben ser trabajados y desarrollados, y de una forma más decidida precisamente en estasedades. Esto nos lleva a una realidad innegable: leer un libro o escribir requiere un mayor esfuerzo intelectual que ver programas televisivos de ocio.
Si bien no se puede concluir deforma categórica que las dificultades de atención y aprendizaje en el adolescente vaya unido de forma inequívoca con el visionado excesivo de la televisión, sí que es cierto que dichoexceso contribuye en gran medida a acrecentar estos problemas.
Los estudios realizados señalan que el límite recomendable está en torno a las tres horas diarias, aunque algunos expertossitúan este límite en una hora y media o dos como máximo
¿Pero que pasaría si en la actualidad no existiera ningún tipo de Medio de Comunicación? No existieran los avances tecnológicos de laactualidad y viviéramos todavía en la edad de piedra.
Esto nos pone a reflexionar, de que la misma forma que el hombre nos ha dado para el crecimiento tanto personal como colectivo.
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