Todol

CONTINUACIÓN
• Reorientar nuestra oferta educativa, integrando en ella, una educación en valores claves: como la responsabilidad, el esfuerzo, el trabajo, la disciplina, la abnegación, lasolidaridad, la tolerancia y el rechazo a toda manifestación de exclusión.
• La prevención de la violencia juvenil requiere desarrollar un trabajo de educación en la cultura de la paz , de todos losfactores del entorno del adolescente, que de una u otra manera, son los responsables directos de las conductas violentas de los jóvenes como es la familia, la escuela y los Medios deComunicación Social que se han convertido en verdaderas escuelas del crimen y a quienes nadie juzgan por su delito.
• El aumento de pena para los menores infractores y el tema de la cadena perpetua paraquienes infrinjan las leyes, no son y nunca han sido, indicadores de regeneración del ser humano, más bien son negación de las tendencias modernas de los Estados que están planteándose la cultura delas medidas preventivas, como camino para frenar la delincuencia y criminalidad en la sociedad y rehabilitar al ser humano.

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• Éticamente es inaceptable toda medida que busquesólo el castigo del ser humano y no la resocialización, nuestro sistema carcelario no está en la capacidad de fomentar una reivindicación del menor infractor, todo lo contrario, la experiencia diceque nuestros jóvenes aprenden en las cárceles otras estrategias de criminalidad.
• La acción educativa en cuanto tal se orienta en unos determinados fines: la perfección de la persona, laconvivencia social y pacifica de los ciudadanos, la adaptación de las nuevas generaciones a las necesidades del tiempo, la practica de la libertad responsable, la cultura de la vida y de la paz. Así pues,la tarea de inculcar valores en la formación de los jóvenes es a nuestro juicio la tarea más sagrada que debemos impulsar todos los actores que rodean la vida y el futuro de la juventud.