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En esta reseña realizaré una breve exposición de los puntos principales de cada trabajo.
En el primer capítulotitulado “Sexualidades y políticas en América Latina: el matrimonio igualitario en contexto”, Mario Pecheny y Rafael de la Dehesa describen e interpretan el contexto latinoamericano en el que se inserta la aprobación del matrimonio igualitario. Por un lado, indagan el modo en que las relaciones de género en la región, las diversas identidades, prácticas y reclamos (lo que ellos denominan el “campoerótico”) logra plasmarse en legislaciones y políticas públicas. El cruce entre las políticas y las sexualidades, un espacio profundamente marcado por la tradicional división entre lo público y lo privado, determina y da contenido a categorías distintas de ciudadanía. En este proceso de inclusión/exclusión de sexualidades, reclamos e intereses, se articula el proceso histórico de democratización yreestructuración económica neoliberal que enmarca la consolidación de los movimientos sociales y del discurso de los derechos en la aspiración hacia una “justicia erótica”.
Bajo estas premisas, los autores abordan la (de)construcción del modelo heteronormativo desde la época colonial hasta el presente en Latinoamérica. Se enuncian los distintos avances sociales que operaron como cuestionamientosa “la matriz heterosexual jerárquica que privilegiaba a los varones en el orden socio-sexual y excluía a una diversidad de sujetos y prácticas que escapan al binarismo heterosexual” (pág. 17). Entre ellos se destacan la progresiva visibilización y organización de los movimientos de mujeres, gays, lésbicos, bisexuales y trans, a través de la incorporación de sus reclamos a las agendas nacionales ytransnacionales, a los ámbitos de deliberación pública y de toma de decisiones. En esta transición no deberían pasar desapercibidas las tensiones que estallan al interior de estos movimientos en virtud de la multiplicidad de identidades que abarcan (ya no sólo sexuales sino étnicas, raciales y regionales, entre otras). Desde este enfoque, las posiciones de privilegio que se conforman en la base deestos grupos en la articulación de las demandas y en la pugna por los recursos, replican los ejes de subordinación externos que son combatidos desde su seno. La interseccionalidad entre sexualidad y políticas se inscribe en el contexto de un fenómeno complejo más amplio que trasciende los límites de las reivindicaciones identitarias para dar paso a otros factores económicos, institucionales eideológicos.
Los autores invitan a reflexionar sobre el papel del activismo y las posibilidades de rediseñar alianzas y estrategias alrededor de agendas colectivas más amplias. Ello se torna crucial al evaluar la brecha observable entre las legislaciones y las políticas públicas en materia de derechos sexuales y su ejecución o práctica cotidiana.
La sanción del matrimonio para personas del mismosexo constituye para los autores un paso fundamental en el proceso civilizatorio de disociación entre sexualidad y reproducción. Ello implica entender a los derechos sexuales en su faz negativa- en la que el Estado se abstiene de intervenir en el ejercicio de la sexualidad, por ejemplo protegiendo a la población de la violencia sexual- y en su faz positiva- cuando el Estado interviene para...
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