TodoTodo
Había una vez una aldea a la que llegaba en primavera un personaje llamado cuentacuentos. Lo llamaban así porque vivía de ir contando cuentos de aldea en aldea.Decían que se sabía de memoria más de mil cuentos, y debía de ser verdad porque cada vez que aparecía contaba cuentos nuevos. Nunca repetía ninguno. A veces los niños le pedían que se inventara unahistoria sobre un tema que ellos elegían:
-¿a qué no sabes un cuento sobre una loba que adopto a dos gatos recién nacidos?
Era una cosa que acababa de suceder en la aldea. El hombre pensaba un poco yse inventaba el cuento que habían pedido con absoluta facilidad. Era prodigioso. Por eso siempre que llegaba estaba rodeado de niños y hasta de personas mayores, a las que también les gusta escucharcuentos.
En la aldea vivía un chico bastante listo pero un poco bruto que tenía dos hermanos pequeños. Y a los tres les gustaba el cuentacuentos.
Cuando llegaron un día al sitio donde aquel hombrese sentaba siempre porque había una piedra redonda y plana muy cómoda, ya estaban todos los lugares ocupados y nuestro chico y sus hermanos no podían oír sus cuentos.
El mayor como era sucostumbre, empezó a empujar a la gente para acercarse al cuentacuentos, arrastrando a sus hermanos con él.
Y al chico que estaba más cerca del hombre y le tapaba la vista, lo apartó con tal violencia queel otro se enfadó y comenzaron a pelearse. El publico protesto por el escándalo, separaron a los dos chicos y los echaron del corro.
-ahora verán esos idiotas –exclamo el chico, rabioso.-vámonos, vámonos –le dijeron sus hermanos, que conocían demasiado bien el carácter de su hermano mayor.
Pero el chico volvió al corro, donde el hombre de los cuentos estaba contando una historia muy bonitacon muchos personajes y ¿sabéis lo que hizo? Lo nunca visto. ¡Agarro su cuaderno de cuentos y lo rompió!
¡Rompió el cuento que estaba contando el cuentacuentos!
Aunque aquellos cuentos no...
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