Tom
¿Sabéis cómo se llama eso? Fiebre de primavera. Y cuando llega, lo que queréis es... ¡Oh, no sabéis exactamente qué;de tanto que deseáis sentís un dolor en el corazón! Lo que más se quisiera es huir. escapar de las cosas viejas y tediosas a las que os habéis acostumbrado y de las que estáis cansados. Tal es la idea que se tiene: huir y salir a vagabundear por lejanos países donde todo es misterioso, maravilloso y novelesco. Y si no se puede hacer eso se contenta uno con algo mucho menos: irse donde se pueda yquedarle agradecido a la suerte.
Pues bien; Tom Sawyer y yo estábamos atacados también de esa fiebre primaveral, aunque resultaba completamente inútil pensar que Tom intentara irse a cualquier parte porque -como decía él- su tía Polly no lo dejaría abandonar la escuela y echarse a andar por ahí perdiendo el tiempo. Por lo tanto, estábamos muy tristes.
2 capitulo: Una tarde cerca de la puesta delsol, nos encontrábamos charlando de estos temas, sentados en los escalones de la entrada, cuando apareció su tía Polly trayendo una carta y diciendo:
-Tom, me parece que tendrás que hacer las valijas e irte a Arkansas. Tu tía Sally te necesita.
Casi me salgo de mi pellejo de la alegría. Creí que Tom saltaría al cuello de su tía, abrazándola tan fuerte hasta el punto de ahogarla; pero -si mecreéis- se quedó duro como una piedra y no dijo una sola palabra. Estuve por ponerme a llorar viéndolo tan tonto cuando ante nosotros se abríasemejante oportunidad. Y el caso era que podríamos perderla si no decía una sola palabra y se mostraba agradecido. Siguió sentado, pensando y pensando, hasta que me entró tal desesperación que no supe qué hacer. Después, con tanta calma que me dieron ganas dematarlo, dijo:
-Lo siento mucho, tía Polly; pero, por esta vez, tendrás que disculparme.
La tía se quedó tan sorprendida y furiosa ante semejante descaro que durante más de un minuto y medio no pudo articular palabra alguna; lo cual me dio la oportunidad de tocar a Tom con el codo y decirle en voz baja:
-¿Estás loco? ¡Desaprovechar una ocasión tan espléndida como ésta!
Pero no se inmutó y merespondió entre dientes:
-Huck Finn..., ¿quieres que ella se dé cuenta de las ganas que tengo de irme? En cuanto lo adivine comenzará a dudar e imaginar un montón de enfermedades y peligros, a poner objeciones, y nadie más que tú sabe que en seguida se echará atrás. Déjalo por mi cuenta. Sé cómo tengo que manejar el asunto.
Jamás se me habría ocurrido pensar en eso. Tom tenía razón, como siempre.Era el cerebro más organizado que he visto. Siempre en guardia y dispuesto a hacer frente a cualquier cosa que surgiera ante él. En ese momento la tía Polly ya se había recuperado de la sorpresa y prorrumpió, exclamando:
-¡Disculparte! ¡Tú serás quien deberá hacerlo! ¡En mi vida he oído semejante cosa! ¡Y a mí te atreves a hablarme de esa manera! Ahora mismo subes a hacer tus valijas y como te...
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